Pues no, no tengo para cenar esta semana.
¿En qué se me fue el varo? Pues no lo sé.
Tengo, exactamente, 13 pesos en el bolsillo.
Yo sé, yo sé, mala planeación administrativa.

–O algo así–.

Con esos 13 pesos,

(que son como un dólar o un euro…
un aproximado muy grosero)

salí hace una hora…
a la panadería, ¿sabe?
Hay huevos en el refri y pensé–:
Ummm, qué rico sería una torta de huevo
con mayonesa.

Además, era lo único que había.
So, campante fui a la panadería.
Me acompañaba Mario… y comentábamos
de lo pobres que estábamos los dos.
Cuando llegamos al bendito lugar,
Mario y yo mirábamos unas nachas…
de una mujercita… este, no, no es cierto.
Yo pensaba en comprarme ya, los bolillos.

TENÍA MUCHA HAMBRE.

Pues, cuál es mi sorpresa…
me dice una señora–: Ya cerraron joven.
Cierran a las 9.

Mi reloj, 9:10.

Señora–: Pero si quiere cómprese unos tamalitos,
para la cena.
Sonrisa de vendedora.
Yo, medio burlón–: No, gracias.
Me mentó la madre, ¿qué no?
Pero es que no me alcanzaba, ni para los tamales.

So, acto seguido. Tienda, pan integral,
con unos 15 varos que me prestó Cryztales.
Y empecé a imaginarme unos deliciosos sandwiches
de huevo con mayonesa.

Después, procedí a hacer cuentas…
veamos, ¿cuántos amigos tengo?
Uno… dos… tres… ajá, okay…
Mierda… me faltarán como unos veinte.

Pensaba caerles a todos mis amigos, una vez al mes,
para cenar. Algo así como la visita mensual de T-T.
Unos veinte… mierda, mierda, mierda.

Tendré que ser más sociable.