Definitivamente, algo va a pasar.
No menosprecies lo que tienes. Es una horrible costumbre.
Pero no tienes lo mejor, te dices, y quieres aumentar todo… dos o tres rayitas.
¿Cómo? Te preguntas recurrentemente y te respondes cosas absurdas, te respondes cosas simples. ¿Por qué? Pienso que es un método para tranquilizar a mi bestia (salvaje [grrrrowl]). ¿Cómo puedo trascender a ello? ¿Cómo se supera a la bestia humana, idiota, que sólo tiene olfato para las mismas cosas? I wanna be the best I can be! ¿Se puede alcanzar un estatus casi divinal? ¿Hay alguna manera de superar la vida mundana, la vida tranquila o la vida de una estrella? Quien sabe. Mi mujer dice que soy tan necio que podría lograr lo que me proponga. La cosa es que no me he propuesto muchas cosas. No me he propuesto nada, Bob. Superar la banalidad, superar la rutina, superar los caminos fáciles que tenemos en las letras para hipnotizar. Si, por supuesto, romper con el esquema… ¿pero cómo se puede romper el esquema, sin romperlo cómo todos? Si creías que te habías cansado, una vida tranquila, vamos… ¡por favor! ¿Escribe con el corazón? ¿Escribe con los sentimientos? Que profundidad. Chamacos de todas las edades lo hacen todos los días. Escuinclitos cuyas hormonas les hacen creer. Y después crecen, crecemos digo, no me excluyo, y vemos las cosas con otra perspectiva. Nuestras letras cambian para ajustarse a nuestro grupo generacional. Sentimos un poco de vergüenza por el ego chamaco y lo envidiamos, lo extrañamos un tanto, la facilidad con que creíamos en él. ¿Cómo escapar de ese círculo vicioso? O más bien, ¿cómo tomar el círculo y quebrar la regla, sin sacrificar lo que de verdad queremos, lo que de verdad deseamos decir, Bob?
Si me quieres enamorar, si quieres que sea tu amigo fiel (toda la vida), regálame una bola de queso Oaxaca (quesillo)… y que sea delicioso, por favor… no las cosas extrañas que venden en los Superama.
Tengo zapatos nuevos. 380 varos (en pagos chiquitos [a huevo]), por catálogo, de una marca desconocida. Se ajusta bien a mi presupuesto y son bastante cómodos.
No odio, pero no acostumbro, a llevar playeras estampadas con marcas. Si las llevo, es porque me las han regalado y nunca desaprovecho los regalos, los gasto hasta que se terminen. Igual con los zapatos y los tenis (aunque tengo unos negros que dicen Garcis, así, en grandote). Algunos amigos, y amigas, me han hecho notar ese dato cuando me ven con mis playeras lisas. A veces les suelto el verbo de porque no quiero que me asocien con alguna marca, lo cual, es bastante congruente en la mayoría de mis días. Aunque en otros días, miro las playeras lisas y se me ocurre que podría hacer algo con ellas, si fuera un hombre más creativo o un hombre con un mejor conocimiento de las artes manuales (sin albur [aunque, en el otro sentido, Manuela me acompañó muchos años]). Hacer algo como Axel hizo con su playera de los Pixies. Si alguien tiene un manual de “Hágalo usted mismo”, referente a estampar o pintarrajear playeras, dígame y empezaré a adornarlas con logotipos o dibujos o garabatos crípticos.
Y no. De ninguna manera llevaré una playera que diga: “Setsy”.
Acabo de decir si, y no se a qué. Me encanta ser temerario.
Y todo para qué… Natalia y Angel, y todo para qué.