…y comer, y cagar, y bañarse, y trabajar para comer, y coger, y reproducirse si gusta, y leer, y mirar a la gente, tener un buen oído, adaptar historias de las que es testigo, hacer la crónica, darle giros imprevisibles, y usarse como referente autobiográfico y críptico para sus propios textos.

No sé bien lo que estoy diciendo, o tratando de decir… sólo se que tengo un rato escuchando eso en mi cabeza. Un escritor debe dedicarse a escribir las historias, no a comentarlas, ni criticarlas, ni leerlas… no, eso lo hace en su tiempo libre, cuando no es escritor. Un escritor no debería preocuparse por la trascendencia o reconocer las fórmulas que hacen los mil libros, o las películas, o las melodías lo que son actualmente. Hay muchos escritores preocupándose por ser historiadores, por ser los mejores de su nación, por descubrir un hilo negro… ¿por qué? ¿Es que, escribir las historias no es un oficio lo suficientemente delicado, como para dedicarse solamente a eso? ¿Acaso mientras uno escribe, uno necesita reflejar lo que pasa en la sociedad, lo que ha pasado en nuestras vidas, el contexto histórico o espiritual de su propia vida? Finalmente escribiendo historias es como uno traspasa ese conocimiento. Tal vez es un crimen hacerlo de manera frívola e inconsciente, pero la belleza radica en escribir solamente las historias. No debe tener miedo a contarlas todas, solamente hacerlo… sentarse en una sillita y letra tras letra… escribir lo más posible, hasta que se le acaben o sienta los huesitos cansados. El oficio es una vida, lamentable como es, aunque uno no lo quiera… cuando uno se da cuenta de que lo puede hacer y tiene la oportunidad, debe hacerlo. No debe negarlo. Aceptar el destino y reñirle de vez en cuando, pero sentarse a escribir las historias es importante, es tan importante como cualquier otra cosa, es una fuerza natural que rige aquella necesidad de contar cuentos.

Un escritor debería dedicarse a escribir historias, luego a todo lo demás, si tiene tiempo, si la silla lo deja levantarse, si no se opone contra alguna fuerza natural que le controle…