Los mocos, cerebro en líquido, escapan en amarillo a la servilleta. La garganta medio cerrada. El dolor general del cuerpo, un entumecimiento molesto. La cabeza. No poder fumar apropiadamente. Muchos líquidos para evitar la deshidratación. El pensamiento errático. El malestar del cuerpo que se copia, como papel carbón, al humor y al espíritu. El pecho duele si toso. He tomado vitaminas y medicinas, parecen la misma cosa en estos tiempos. He estado gallito todo el día, hablando de gargajos y humores. Ayer lo ocupé para recuperarme, ni siquiera me acerqué a un monitor, si acaso prendí una televisión y dejé que sonara mientras yo dormía.

Tuve una mañana linda. Por un momento, creí que mi humor no recaería. Entonces recordé que me siento enfermo. La percepción cambia. Amarillo del sol, verde moco. Sonidos del motor, el papel a la nariz. Smog afectó mis pulmones. No puedo fumar decentemente. Iría a comprar cigarros, sólo porque no quiero caminar a comprarlos. Hace calor, pero es preferible no desabrigarme porque el frío afecta al cuerpo. Necesitaré muchas servilletas. “Quiero verte una vez más”, sigo con ese tango en mi cabeza.

Débil, desganado, en el momento menos indicado. Mucho trabajo. Montañas de trabajo. Estará bien para sentirme ocupado… me siento en muchos lugares a la vez. Me siento en ningún lugar. Una pendeja por el messenger. Muy pendeja. La gripa me hace paciente. No es cierto. Ya van dos veces que insulto a las personas porque no tengo ánimos. Ayer me tomé dos theraflús. Quien sabe que me hicieron. Hoy me tomé TYLENOL EXTRA FUERTE. Supongo que son los culpables del sueño. Jamás dejaré de escribir. No importa que pase.