Bueno, sí, necesitas la felicidad. O saber si tu felicidad se encuentra en ser algo específico. O tal vez si eres dudoso, la felicidad se encuentra en la duda y la búsqueda. Sin embargo, las búsquedas, para estar completas, necesitan la meta. Una búsqueda sin una imagen o el propósito, es como andar sin el mapa de la vida. Yo por eso tengo varias opciones: seguir escribiendo, ser un productor de porno o estar muy atento a los días antes de mi muerte para ir corriendo a la playa y morirme ahí. Otras opciones cuando era más chavo eran descubrir mis superpoderes, tocar el piano, amarrar niñas o ser taxista. Tal vez con un poco de dedicación podría cumplirlas todas:

  • De lunes a viernes, a partir de las cinco de la mañana, conducir el taxi hasta las once.
  • Aprovecharía los viajes de las clientas lindas, sobre todo las chamacas universitarias y las preparatorianas tardías, para darles mi tarjeta y la dirección de mi website para adultos. “Nomás son fotitos, lo prometo, aquí traigo la cámara”.
  • Sesiones fotográficas de shibari de dos a cuatro de la tarde, los martes y los jueves.
  • Los lunes, miércoles y viernes, escribir de una de la tarde a seis de la tarde.
  • Me buscaría clases de piano en la tarde, los martes y los jueves, para ocuparlos rebien.
  • Los fines de semana, los que se pueda, ir a la playa. Nomás para asegurar.

Tan fácil que se resuelve todo.