Dices que la cama se siente sola. También la mía. Aunque hoy no me dolió la espalda, te extraño. Que necedad hablar de las onditas. Las onditas son la fuente de todos los males. Las madres solteras también. Caminar las horas del mundo en la playa. Mi cabello es demasiado largo y rebelde. He olvidado cortármelo. La desidia más que nada. Cuando envejezca no será correcto que mi cabello desafíe. O tal vez sí. Las modas. Las generaciones. ¿De qué hablo? Un abuelo jamás dejará de ser un abuelo. Abuso de las gorras estos días para esconder mi cabello.

No me extrañes, porque como dice la canción: “Here comes your man”. Aquí viene tu hombre. La canción es cachondona. Una ondita sexual: el tipo quitándose el cinturón, la silueta reflejada contra la puerta, aquí viene tu hombre. Que miedo. No soy ese tipo de hombre. Me faltan los tatuajes, los piercings, el alcohol y la mala disposición de abusarte como un objeto. Ahora resulta. Todos los hombres somos todos los tipos de hombre. Sólo se necesita la disposición. Cuestión de actitud, ¿verdad Patricia?

Como hombre, sé que te lo quiero meter en la cabeza-. Yo no tuve que pedir nada y sigo recibiendo -Me hablan de un reporte y se me fue la idea. No es necesario desarrollarla. Es un triunfo varonil. Medición fálica y nada más. Que los datos fiscales de unas agencias de modelos… ¿Por qué y para qué? No lo sé. Lo descubriremos en unos minutos. Quédese en el canal nada más. Me sentí energético. Me sentí joven. ¿Saben como pasa con los jovencitos que luego no pueden dejar de tocarse el sexo? Algo así pero menos evidente.

Algunos modelos gritan allá fuera como si fueran una combinación EMO y GLAM. Estoy teniendo una regresión a mi juventud, porque varias de mis noches las ocupo en jugar Dragon Ball. No pasa nada en martes tampoco. Todo es tranquilidad. Mucho trabajo porque cayó otro proyecto. Esperemos más sencillo que los anteriores. El comercial esta chafón pero mi contrato místico de confidencialidad no me permite hablarles de él.

Arriba, durante la actuación, se escucha claramente como gritan: “GOOOOL”. ¿Del Cruz Azul, los Pumas, Chivas o El Puebla de la Franja? Quien sabe. Sólo sé, y todo México lo sabe, que el América es de chocolate.