• Encontré, mientras pescaba, un lugar en Scholazar (WotLK – WoW), que se llama “The Lost Lands”. No soy muy fanático de la serie, lo que se traduce en que la serie ha llegado a un nivel popular lo suficientemente alto, como para que haya entendido el chiste cuando pusieron la entrada a los pasajes subterráneos y los números. Tal vez, cuando cancelen “Lost”, o decidan terminarla, compraré todas las temporadas y las veré. Un episodio cada día. Lo que es indudable, es que cada vez que capto un capítulo de la serie en la televisión, lo dejo y me siento fascinado por los recursos narrativos y las reacciones de los personajes. Esos destellos que los hacen… digamos, humanos, y le dan una coherencia a una fantasía conspiratoria.
  • La influenza… nuestra fantasía conspiratoria, casi ha llegado a su fin como un susurro, tan pronto todos los televisores se inundaron con la imagen de Calderón, hablando de la pronta reacción mexicana que salvó miles de vidas, no sólo en México, sino en todo el mundo. ¿No se sienten orgullosos? Dense varias palmaditas en la espalda.
  • Ahorita me acaban de preguntar… un actor que vino a hacer mi casting–. ¿Tú no estabas en Toztli? –pestañeé varias veces. Habían entrado juntos un par de ex-toztlis–. Sí, respondí, pero yo estuve poco tiempo –De hecho, uno de ellos no se acordaba de mí, y tuve que recordarle un poco quien era. Fue una etapa breve, y dulce, de mi postpubertad. Al final, quien me olvidó me pidió disculpas por el olvido–. No te preocupes, estuve bien poquito tiempo… yo sólo me acuerdo de… (di algunos nombres), y de aquella que me gustaba…
  • Aquella que me gustaba. Sí, era linda. Creo que a todos les gustaba. Ya se casó, y se ve feliz en sus fotos. Me dio gusto.
  • He abandonado estúpidamente mi blog, por el juego. Lo sé, lo sé. También un poco por el trabajo, que se ha reactivado poco a poco y promete seguir. Viene un Julio Regalado en puerta, esta vez le asistiré a Mellye y eso me tranquiliza. Prefiero asistir esos proyectos complicaditos. Siento que uno de mis grandes triunfos, fue el casting de Julio Regalado del año pasado. Al menos me divertí como no me había divertido en mucho tiempo.
  • Debo admitir, un poco vergonzosamente, que mi juego se ha convertido en vestir a mi muñeco defestuerto-levitarpapel. Ya que he alcanzado el nivel máximo, me dedico a comprarle cositas y buscarle una armadura más bonita para que el monito haga mazmorras de dificultad heroica. Su nombre, lentamente, está pasando a los anales de la historia de Azeroth, mientras que el usuario detrás, está recortando rápidamente los papelitos para vestir mejor a su muñequito. Eso me gustaba de niño: compraba mis he-manes (versión masculina de las muñecas de papel), y podía pasar horas poniéndoles la espada, la armadura, los pantalones, etcétera. Que horror, somos un ciclo, seguimos siendo niños. Todavía soy niño.
  • Tal vez en la vida real, siga siendo un chamaco imberbe, pero mi mono: Festuerto de Quel’Thalas, ya alcanzó varios niveles del zen. ¿No me creen? Véanlo sostenerse con la punta de la espada (sin albur).