Resucité después de la filmación. No estuvo tan pesada, pero eso de ir hasta el Ajusco en… patín del diablo, es del nabo. Por eso Fernando del Paso escribió en Palinuro: “¿Me quieres del centro hasta el parque del Ajusco?”. De verdad está lejos, lejos… le comenté al productor si no tenía una locación más fría o más lejana bajo la manga, él simplemente se rió y respondió–. Pues mira, teníamos una de dos, o los Churubusco o estos, y dijimos que estos, ¿por qué no? –Luego ya me platicó que todo estaba ocupado y los Ajusco estaban libres, así que ni modo. Pequeños problemas circunstanciales. Como mi vocación es esperar durante los llamados a que espere el talento, en una de esas encontré un silloncito, me acomodé y dormí. Habré dormido una hora u hora y media, cuando me despertaron y me avisaron que se adelantaban los llamados.

No es agradable dormirse en una filmación, pero lo prefiero a estar dando vueltas.

El Ajusco es muy bonito, con sus bosques y su aire limpio, me dieron ganas de tomar fotos pero no llevaba mi cámara, así que lo dejé pendiente. Después de todo, regresaré pronto, al menos una o dos veces más. Así que todavía tengo oportunidad de capturar un par de cielos, un par de montañas boscosas, un par de perros perdidos, ¿qué se yo? Por lo pronto, es hora de regresar a casa, tal vez juegue un poco de burn out, y me quede dormido conduciendo… ya mañana será otro día de movimiento, actividad, trabajo. El trabajo vivifica, pero también desgasta. Disfruto estos días que parecen largos, después de todo, son los últimos.

Adieu.