Me siento culpable en otros horarios que no he organizado correctamente. Un día para escribir en recolectivo, por ejemplo. Ese mismo día ocuparlo para escribir el ejercicio en metatextos. Sobre todo, me siento culpable porque no he hecho un horario para leer. La lectura es importante en el oficio. La lectura te enseña lo que otros escritores hacen y responden las preguntas que algunas veces te haces. Me siento culpable, a veces, leyendo doscientos feeds actualizados diariamente, y dejar de lado la novela que estoy leyendo para alimentarme de actualidad y presente. Tengo un ciento de libros a mi espalda, que me recuerdan que algunos no los he abierto, ni les he quitado su cubierta de plástico. Mientras tanto, escondidos en mi disco duro, unos libros digitales se ríen de mi blog y me tientan con sus palabras. Hoy me estoy desvelando por ello: para alimentarme de una novela ajena y disfrutar otras palabras, mundos ajenos, personajes que se distan mucho a los míos, y escondido entre líneas, las respuestas del universo entero. 🎆