Después de mucho pensarlo, he llegado a la conclusión de que los domingos deberían ser una serie de diapositivas ilustradas por un niño en la secundaria. Sí, aburrido… y, contrariamente a todo lo aburrido, rápido. El chavito de secundaria explica el momento que uno abre los ojos y se levanta, para que todo se acabe de una buena vez. Luego, el profesor le ayuda a poner las diapositivas. Diapositiva 1: Desayuno. Diapositiva 2: Regresar a la cama. Diapositiva 3: Levantarse una hora después. Diapositiva 4: Mirar la televisión. Diapositiva 5: Otro reality show de fashionistas, maquillistas, cocineros, guidos o peluqueros. Diapositiva 6: Ha caído la tarde. Diapositiva 7: Salir a tomar un café. Diapositiva 8: Comer. Diapositiva 9: Ha caído la noche. Diapositiva 10: Una mano cae accidentalmente sobre un seno. Diapositiva 10: Nadie se mueve. Diapositiva 11: El perro acostado sobre un cojín. Diapositiva 12: Una cena, o un pastel. Diapositiva 13: No, hoy no, porque es domingo y el trece es de mala suerte.