Arde la esperanza de los piromaniacos

Little Inferno

Little Inferno es un simulador de chimeneas, un videojuego de incendios exponencialmente absurdos y placenteros. Eres un chamaquillo encerrado en uno de los inviernos más largos de un mundo distópico y lo único que puedes hacer, aparentemente, es ordenar productos y juguetes por catálogo para echarlos a tu chimenea de Little Inferno™️. El fuego, sus colores y su hambre, dependen de las propiedades y la combinación de los productos que echas en la chimenea. La progresión natural de Little Inferno es comprar más productos, descubrir catálogos y eventualmente hacer combinaciones especiales que te permitirán “avanzar” dentro de la historia.

La estructura de Little Inferno es muy sencilla, pero gratifica a los consumidores y los impulsivos. Quizás la combinación del diseño y de sonido hace que este juego, más allá de ser un slow tv de Netflix o un chill tv de YouTube, también produce una fuerte ilusión de compenetración. Una excelente ilusión. El juego consigue emular el extraño placer de ofrecer unos leños a Vulcano, o al jefe de rojo, en fin, prender una secuencia de cerillos para perder el tiempo y huir del frío. El jugador compra productos, los avienta a las llamas con el mouse y después los mira arder. La fascinación no sólo viene en el consumo y las cenizas, pero también los colores, los efectos y los sonidos.

Muchas veces parece que estás quemando algo “vivo”, algo con “alma” y eso no sólo es cruel, pero entretenido (los culeritos encontrarán diversos y abundantes momentos de placer en este juego). Los juguetes viven y gritan desesperados, los bichos vuelan para huir de la chimenea, los ídolos dormidos despiertan y cantan. Una premisa muy simple se expande y encanta, fascina al jugador. Algunas veces, durante el juego, recibes cartas y cupones que te darán oportunidad de regalar algún juguete a tu vecina (una especie de guía y compañía en este mundo frío y extraño) o bien, te permitirán adelantar alguna compra (por si te urge quemar cosas). Eventualmente descubres el objetivo: encontrar todas las combinaciones de incendio determinadas por los catálogos para abrir la historia del juego y descubrir la segunda parte.

Sin embargo, discutir la segunda parte del juego es revelar demasiado. No puedo dar muchos detalles, pero Little Inferno se profundiza y descubre una historia, un propósito. Digamos que es un segundo libro pero también, lamentablemente, apresura la conclusión, la cual es necesaria para darle un sentido narrativo al juego y puede, en algunos casos, eliminar la sensación de asombro por su premisa tan sencilla pero también puede ser la puerta para el descubrimiento de un mundo fantástico e interesante. El fuego como un camino de resurrección y cambio. Little Inferno empieza como un simulador de incendios y evoluciona a un bonito cuento de hadas (pienso más en Terry Gilliam que Tom Burton, aunque parece tener influencias de ambos).

¿Lo recomiendo? Sí, es una aventura de point and click disfrazado de simulador de chimeneas y una bonita historia de fuegos e inviernos. Juégalo sin prisas o ábrelo de vez en cuando para atizar el fuego, Little Inferno es no dejar de mirar los incendios y caer a un abismo divertido de llamas y cenizas.

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