No hay palabras más confusas que esas dos:
Ni siquiera Senkaieson, ni Bissat, ni Mollnar, ni Faleimon.
Porque los duendes verdes son algo que no estamos acostumbrados a ver.
(sin embargo existen).
Enanitos, humanoides, verdes… sobre todo verdes.
Alucinantes.
Hilarantes.
Espectaculantes.

Con uñas grandes y dientes amarillos (para armonizar con el verde).
No tienen ropa, a contrario de como nos los han mostrado en dibujos y cuentos… no, simplemente andan desnudos (no tienen pudor, claro está) y corriendo de un lado a otro, balbuceando en un idioma extraño, jugando travesuras con los animales de la casa (incluyendo a los humanos).

Y de vez en cuando, estos enanos se sientan a ver televisión. (No sé si el que inventó tenía en mente que los duendes la vieran). Por eso es que la televisión se prende sola en las noches, y también el horno de microondas para las palomitas, y también el DVD.

Es cierto, es cierto… a todos nos ha pasado, ¿a quién no?

Y luego se les inventó la computadora, y luego el internet (a los duendes también les gusta la pornografía), y poco después, los weblogs.

Hay muchos duendes verdes que mantienen un weblog. Hay otros más que los mantienen con el afán de parecer humanos. Debemos dar gracias, porque los duendes verdes tienen una nueva ocupación.

Antes solían jugar con los humanos para después comérselos.

Pero hace mucho tiempo que no hacemos eso, nos han civilizado. Y estoy seguro que cuando arboltsef se despierte en la mañana y observe que “ha escrito” esto, se sentirá orgulloso… porque de ninguna forma creerá que fue un duende con su nombre, para nada… el creerá que lo hizo en el breve momento que existe entre el sueño y el despertar.

¿Alguien gusta palomitas?