Supongamos que soñé con el Diablo. ¿Ustedes no son supersticiosos al respecto? Así como de niños, a algunos nos daba miedo soñar con Freddy Kruegger porque creías que pasaría como en la película… era un alivio de hecho soñar con Freddy Kruegger y ver que lo podías manejar como quisieras.
Supongamos que soñé con el Diablo. Y dudo si fue un sueño, lamentablemente no soy un ferviente escéptico. Cuando medio abrí mis ojos el diablo se abría paso por encima de mi cama, una sombra oscura, una silueta de su rostro y su mano con la que apoyaba para estirar su largo cuello. Recuerdo que me dio un malestar de inmediato y el miedo natural de ver al mismo Belcebú en persona.
Supongamos que fue un sueño. No sucede como con Freddy: te aliviana saber que te despiertas y no moriste. No, no, Freddy es un fantasmita vulgar de Hollywood cuando lo comparas con años y años de tradición judeo-cristiana. El Diablo representa todos los temores, pecados, maldades que hay en el mundo. No sólo es un catrín de sociedad o un personaje caricaturizado… No solo es el enemigo jurado de Yahvé…
Supongamos que realmente lo vi. El Diablo no trata de una caricatura donde, por ejemplo, son los Thundercats vs. Mumra o Dexter vs. Diddy… a muchos nos agrada pensar que Dios vs. Satán es un anime con lo último en tecnología. Queremos creer que hasta ahí llega el resultado de tal tradición… a lo que me refiero, es que creemos que es un cuento en vez de narración de hechos reales. Aunque sueños como éste, me hacen creer que Satán es real, que con sus poderes omni-loquesea, logró crear una apertura en uno de los muros de mi habitación y asomarse como una sombra negra mientras yo estaba en un estado semiconsciente.
Supongamos que lo vi. Que en el estado semiconsciente del sueño, fue una realidad en vez de una ficción. ¿Qué querría hacer Satanás con mi alma? ¿Por qué querría hacerme un trato? ¿Hay algo que no recuerdo aparte que lo miré? ¿Acaso mi firma ya está en un papelito guardado en las profundidades del averno? Las fuerzas luchando por su alma, aunque hay algo cierto en mi vida. Dios nunca se me ha presentado en sueños, mientras que Satanás se da el lujo. ¿Quién lo viera? … Dios bendiga a los ateos.