Despojarse de la ropa.
Abrir el botecito de cajeta.
A menos que te guste hacer porquerías en las sábanas, o los sillones, o donde haya tela –en general–, elige un espacio abierto y que pueda limpiarse fácilmente.
Ponte el botecito de cajeta en el vientre para fácil acceso.
Hunde los dedos en la cajeta y vulgaris dichotum est: atásquense puercos, que hay lodo