El siguiente análisis al poema “The Lady of Shalott”, en ningún momento pretende ser académico (ay no) y es algo que surgió a una petición de la lagartija con alas. Más que análisis, sencillamente es una paráfrasis, procurando usar un lenguaje mexicano (a.h.u.e.v.o) muy sencillo, describiendo más o menos lo que pasa en el poema y explicando algunas cositas. Espero, ciertamente, que mis profesores jamás miren esta anotación (y de preferencia, que conozcan, pero nunca visiten esta bitácora) porque después de esto es posible que esté declarando mi ruina como algo literario. Nah, no tanto así… pero bueno, después de tanto choro circunlocutorio y mamón, es justo iniciar con “The Lady of Shalott”…
El poema empieza de la siguiente manera:
“The Lady of Shalott”.
by
ALFRED, LORD TENNYSON
Part I.
Cómo podemos ver en la presentación anterior, el poema se llama “La Dama de Shalott” y es escrito por Alfred, Lord Tennyson. Con esto, podemos vislumbrar una pequeña parte de la pequeña píldora literaria que estamos a punto de recetarnos. Y por alguna extraña razón, por culpa de un humor simple y absurdo, pensé en traducirlo como “La Dama del Chayote”. No sé porque me sonaron Les Luthiers, Tres Patines o Los Tepichines en la cabeza… pero ya, ya, le voy a poner algo de seriedad. Mucha simpleza mata. La parte uno va de la siguiente manera:
On either side the river lie Long fields of barley and of rye, That clothe the wold and meet the sky; And thro' the field the road runs by To many-tower'd Camelot; And up and down the people go, Gazing where the lilies blow Round an island there below, The island of Shalott. Willows whiten, aspens quiver, Little breezes dusk and shiver Thro' the wave that runs for ever By the island in the river Flowing down to Camelot. Four gray walls, and four gray towers, Overlook a space of flowers, And the silent isle imbowers The Lady of Shalott. By the margin, willow-veil'd Slide the heavy barges trail'd By slow horses; and unhail'd The shallop flitteth silken-sail'd Skimming down to Camelot: But who hath seen her wave her hand? Or at the casement seen her stand? Or is she known in all the land, The Lady of Shalott? Only reapers, reaping early In among the bearded barley, Hear a song that echoes cheerly From the river winding clearly, Down to tower'd Camelot: And by the moon the reaper weary, Piling sheaves in uplands airy, Listening, whispers "'Tis the fairy Lady of Shalott."
La parte I se trata de ponerle ambiente al poema, de darle una ubicación, el lugar donde esta pasando. The setting. Nos encontramos en una isla rodeada de un río, en la isla hay un castillito. Debe estar cerca de Camelot, donde la gente que camina y procura su rutina diaria. Entonces se origina el mito de la Dama de Shalott, ¿ella se encuentra ahí de veras? ¿Es ella quien canta, mientras el segador continua trabajando de noche? Se escuchan murmullos, tal vez, la Dama de Shalott de veras existe. En la primera parte existen el día y la noche, existe la imagen del castillo, de la luna, de la gente caminando en el día. Existen los sonidos del viento, de la canción, del hombre apilando la cosecha. ¿A poco no da un poco de miedito? Es como estar chateando y de repente escuchar a la llorona mugiendo por sus hijos. Pues si, según esto los victorianos fueron los que se robaron el elemento sobrenatural de los románticos y lo continuaron desarrollando. Y esto jugará un papel muy importante para después recibir obras como Dr Jekyll and Mr. Hyde, y Frankenstein.
Part II. There she weaves by night and day A magic web with colours gay. She has heard a whisper say, A curse is on her if she stay To look down to Camelot. She knows not what the curse may be, And so she weaveth steadily, And little other care hath she, The Lady of Shalott. And moving thro' a mirror clear That hangs before her all the year, Shadows of the world appear. There she sees the highway near Winding down to Camelot: There the river eddy whirls, And there the surly village-churls, And the red cloaks of market girls, Pass onward from Shalott. Sometimes a troop of damsels glad, An abbot on an ambling pad, Sometimes a curly shepherd-lad, Or long-hair'd page in crimson clad, Goes by to tower'd Camelot; And sometimes thro' the mirror blue The knights come riding two and two: She hath no loyal knight and true, The Lady of Shalott. But in her web she still delights To weave the mirror's magic sights, For often thro' the silent nights A funeral, with plumes and lights And music, went to Camelot: Or when the moon was overhead, Came two young lovers lately wed; "I am half-sick of shadows," said The Lady of Shalott.
Después de descubrir el lugar en la parte I, nos enfocaremos a la Dama del Chayote en la parte II. Ella se encuentra tejiendo, de día y de noche, una red de colores muy alegres. Y es cuando un murmullo le dice al oído: “Un maleficio caerá sobre ti, si alguna vez te asomas a Camelot” (Primer elemento sobrenatural explícito, ue ue ua). Pero al parecer, la doña ha tejido toda su vida y le vale un cacahuate la maldición. Al menos en el primer verso le da igual, ella no piensa trasgredir nada, y continuará tejiendo su redecita de colores gay. Segundo elemento sobrenatural: El espejo. Borges habrá sido muy cabrón con su Aleph, sin embargo, la Dama de Shalott ya tenía uno de esos y se llamaba “espejo”. En el espejo, era como si pudiera mirar a todo el universo, al menos el pequeño universo de Camelot, que es el único que existe en este poema. Sombras del mundo (referencia a Platón y las sombras), destellos, imágenes en el espejo. La gente, los festivales, los caballeros, los amantes. Ella tejía en su red los colores que miraba en el mundo. Y si nos damos cuenta, hay un gran cambio en la segunda parte, en el primer verso el maleficio le da igual–: De cualquier manera, seguiré mirando mi espejo y tejiendo en esta red. En el último verso, en el momento que ve a los dos amantes en la noche y escucha la música, ella expresa–: Estoy hasta el queque de las sombras. Le entra un gusanito de curiosidad por no sólo observar y recrear el mundo en su red, sino de vivirlo en experiencia propia. Disney podría fácilmente despedazar este poema en hora y media de caricaturas.
Part III. A bow-shot from her bower-eaves, He rode between the barley-sheaves, The sun came dazzling thro' the leaves, And flamed upon the brazen greaves Of bold Sir Lancelot. A redcross knight for ever kneel'd To a lady in his shield, That sparkled on the yellow field, Beside remote Shalott. The gemmy bridle glitter'd free, Like to some branch of stars we see Hung in the golden Galaxy. The bridle-bells rang merrily As he rode down to Camelot: And from his blazon'd baldric slung A mighty silver bugle hung, And as he rode his armour rung, Beside remote Shalott. All in the blue unclouded weather Thick-jewell'd shone the saddle-leather, The helmet and the helmet-feather Burn'd like one burning flame together, As he rode down to Camelot. As often thro' the purple night, Below the starry clusters bright, Some bearded meteor, trailing light, Moves over still Shalott. His broad clear brow in sunlight glow'd; On burnish'd hooves his war-horse trode; From underneath his helmet flow'd His coal-black curls as on he rode, As he rode down to Camelot. From the bank and from the river He flash'd into the crystal mirror, "Tirra lirra," by the river Sang Sir Lancelot. She left the web, she left the loom, She made three paces thro' the room, She saw the water-lily bloom, She saw the helmet and the plume, She look'd down to Camelot. Out flew the web and floated wide; The mirror crack'd from side to side; "The curse is come upon me," cried The Lady of Shalott.
Entonces, en la parte III, cambia la perspectiva de todo el poema y básicamente, nos enfocaremos a sólo una persona. En la parte I teníamos la ubicación. En la parte II, descubrimos la maldición y la rutina de la Dama de Shalott. En la parte III conocemos al fascinante caballero, el hijo de puta que se cogió a Gwyniver y traicionó la confianza del Rey Arturo. Lancelot o Lanzarote, un francés valeroso, que estaba deslumbrado por la idea de la justicia, de Camelot y de la mesa redonda. En esta parte, básicamente, encontramos como el día soleado ilumina al caballero, como lo hace glorioso, guapote y fuerte. Como su armadura brilla y como los rizos lucen debajo del casco. Lancelot se vuelve luz, sol, brillo, fuego y además, canta Tira Lira lira lira. Una tentación irresistible que se refleja en el espejo de la Dama de Shalott y es por ello que en el último verso de la tercera parte, la Dama abandona su tejedora, abandona su red del arcoiris, camina tres pasitos y finalmente se asoma para ver hacia Camelot. La red se deshace, el espejo se rompe, y es donde la Dama grita: Ohhhh, estoy maldita… maldita estoy. Sniff.
Part IV. In the stormy east-wind straining, The pale-yellow woods were waning, The broad stream in his banks complaining, Heavily the low sky raining Over tower'd Camelot; Down she came and found a boat Beneath a willow left afloat, And round about the prow she wrote The Lady of Shalott. And down the river's dim expanse-- Like some bold seër in a trance, Seeing all his own mischance-- With a glassy countenance Did she look to Camelot. And at the closing of the day She loosed the chain, and down she lay; The broad stream bore her far away, The Lady of Shalott. Lying, robed in snowy white That loosely flew to left and right-- The leaves upon her falling light-- Thro' the noises of the night She floated down to Camelot: And as the boat-head wound along The willowy hills and fields among, They heard her singing her last song, The Lady of Shalott. Heard a carol, mournful, holy, Chanted loudly, chanted lowly, Till her blood was frozen slowly, And her eyes were darken'd wholly, Turn'd to tower'd Camelot; For ere she reach'd upon the tide The first house by the water-side, Singing in her song she died, The Lady of Shalott. Under tower and balcony, By garden-wall and gallery, A gleaming shape she floated by, A corse between the houses high, Silent into Camelot. Out upon the wharfs they came, Knight and burgher, lord and dame, And round the prow they read her name, The Lady of Shalott. Who is this? and what is here? And in the lighted palace near Died the sound of royal cheer; And they cross'd themselves for fear, All the knights at Camelot: But Lancelot mused a little space; He said, "She has a lovely face; God in his mercy lend her grace, The Lady of Shalott."
En la última parte, la Dama de Shalott se consigue un barquito y le pinta su nombre. Navega por el río bajo una fuerte tempestad. Si en la parte 3 hacía un sol veraniego, en la parte cuatro encontraremos una tormenta. Otro elemento sobrenatural: El clima es manejado por el poeta a su antojo para el fin de la historia. Y no pudo evitarlo, la maldición se estaba cumpliendo, cuando miró a Lancelot acabó en un estilo trance y no le quedó de otra más que ir a verlo, conocerlo, tal vez salir con él y tomarse unas copas. No había manera de regresar ya, y continuó su camino, a pesar del infortunio y del mal clima. Dice el poema pues, que en el trayecto cantó su última canción y también, escuchó la canción de su muerte. Creo que el cuarto verso es precioso… morir así. Fue que el barco llegó a las orillas con el cuerpo de la Dama (referencia a los ritos mortuorios de los nórdicos), y entonces todos pudieron admirarla. Damas y señores finalmente conocieron su nombre. Todos guardaron silencio, el festejo se detuvo y los caballeros se persignaron por el miedo… excepto, Lancelot, quien se acercó a ella y dijo–: Tiene un rostro hermoso, que Dios tenga en su gracia a la Dama de Shalott”.
Pobrecita, nunca llegó a conocer al caballero, y él fue quien maldijo a la Dama de Shalott con su imagen. Es así que en este poema tenemos uno de los más hermosos y sutiles ejemplos de ironía dramática…
“The Lady of Shallot Looking at Lancelot” by John William Waterhouse – Unknown. Licensed under Public Domain via Wikimedia Commons.