Si alguien tuviera como sueño ser el mejor escritor del mundo, se encontraría con muchos problemas. Por ejemplo, en la serie anime que esta mirando, el capitán de un barco pirata, sueña con ser el Rey Pirata, y hay un objeto al final del mundo que garantizará que lo es. Su vida esta corriendo a través de muchas aventuras que lo llevan a ese lugar, en ningún momento se ve inseguro de ese viaje. En su tripulación, como segundo, tiene a un hombre que quiere ser reconocido como el mejor espadanchín. Los otros en la tripulación, son una navegante que quiere hacer un mapa de todo el mundo. Una arqueologa que quiere descubrir La Verdad, un periodo de cien años que se ha perdido en la historia. El cocinero desea buscar el mítico mar, dónde todos los peces se encuentran en el mismo lugar. Un doctor monstruoso que simplemente quería camaradas, no… algo más que eso, nakamas. Y el mentiroso, el cuenta cuentos, que quiere ser reconocido como un hombre valiente del mar. Sería entonces, lógico, que entre ellos pudiera existir un hombre que quisiera ser el mejor escritor del mundo.

Porque los sueños, pareciera curioso, pero cuando uno tiene un sueño de ese calibre, existen otros que lo desean, otros que dudan su existencia, y sistemas establecidos que alegremente impiden la llegada a ese lugar. En el caso de la serie, estan los otros piratas, los amargados sin sueños o los que no lo desean con el suficiente fervor. Aquellos viejos oxidados y perdidos en el camino de los sueños. También, por supuesto, esta el gobierno. Los marinos que protegen a la gente, y buscan su propio beneficio. Los piratas más poderosos, que se han vendido al gobierno.

Pensaba… si un hombre quisiera ser el mejor escritor del mundo, tendría que hacer el viaje y enfrentarse a todos ellos, igual que lo hacen estos tripulantes, con ese ingenuo sentimiento de aventura y sin importar el estado corrupto del mundo dónde se desenvuelven. Probablemente requeriría un estado de locura, dónde se la crean constantemente, uno dónde no pierdan el enfoque y sigan en ello. Si el mejor escritor del mundo se les uniera, escribiría todas esas aventuras sabiéndose el mejor, para que sus hijos las platicaran, y los hijos de sus hijos. Porque eso provocan los viajes, ese deseo por llegar a obtener el objeto o el status codiciado. ¿O no es eso? ¿Será, más bien, cumplir el deseo? Porque primero se desea ser pirata, después se desea ser un buen pirata, y finalmente, el Rey Pirata. ¿Por qué ello mejorará la vida en el estado corrupto del mundo? ¿En esa realidad aplastante, qué te enseña en el pizarrón como son las cosas y te avienta el borrador si no te callas? ¿O el estado de locura, no te permite mirar que no eres, y te vuelves? ¿Cuándo te vuelves, después de tanto jugar el papel, eres?

En el camión, Fest pensaba un tanto apático, si quisiera ser el mejor escritor del mundo, tendría que hacer un viaje para obtener la mejor pluma, el mejor cuaderno, la mejor máquina de escribir o el mejor blog que lo identifican a uno como el escritor. Un artefacto de origen mítico, de los que hablan con reserva, de aquellos que se creen perdidos e inexistentes. ¿Pero es únicamente el objeto lo que hace al hombre? No, porque el viaje sirve a ese propósito–. Identificar a los enemigos, pelear con ellos como haría un pirata y crecer con cada pedazo de experiencia. ¿Cómo se destrozan los escritores entre sí? Retóricamente, ¿no? Entonces, tal vez no serían herramientas para escribir, sino herramientas para razonar mejor, para que las ideas fluyeran como imágenes y música, a la persona que se le habla, y estimular su imaginación. Dicen que la lectura mejora la escritura. También dicen que la observación la mejoran. ¿Entonces? ¿Y si son unos lentes? ¿O un libro de autoayuda para ser el mejor escritor del mundo? ¿Y qué es el mejor escritor del mundo, el que conoce mejor la morfología de su lengua? ¿Él que escribe con mejor detalle sus alrededores?

Porque entonces… ¿quién es el mejor pirata? ¿El que saquea mejor? ¿Quién asesina más rápido? ¿Quién es el más amable con su tripulación? ¿Quien gobierna mejor su nave? Porque eso de ser el mejor es subjetivo, es tan subjetivo como la opinión de las personas alrededor. Sin embargo, ese tipo tiene como oportunidad un artefacto o un tesoro, uno que enigmáticamente se llama One Piece, y el viaje lo llevará a él. Igual, el espadanchín sólo debe vencer a quien es reconocido como el más habilidoso. El cocinero sólo busca un lugar, al parecer mítico, el lugar dónde se unen los cuatro oceanos y los peces de todos los lugares se encuentran. Así que, ¿qué buscaría el mejor escritor del mundo? ¿O bien, qué distinguiría al mejor escritor del mundo? Pero, es estúpido pensar en esos términos, porque un escritor se distingue ante sus lectores por su estilo. Es decir, es cuestión de gustos. Un tipo, o una dama, no puede subir unas escaleras y designarse como tal.

¿O eso nos hacen creer?