¿Existe?, porque los besos y las cogidas, se usan para placer, para obtener algo a cambio, para reafirmar el odio hacia una persona o no sé, por simple cariño. Claro, a mis amigas no me las cojo, a veces quisiera, pero nomás a veces.

Debería haber un acto de amor inconfundible. Un acto tan sorprendente, contundente y fantástico que sólo sirva a ese concepto y a ningún otro más. ¿El sacrificio de la propia vida por otra persona? ¿Ceder un bien personal, desinteresadamente, a favor de otro? No, no creo… eso no es amor, eso es nobleza y las películas ya nos enseñaron que si queremos que todo salga bien, debemos sacrificarnos. O sea, hacerte pendejo un ratín, porque de todas maneras obtienes la recompensa…

Además, el amor no siempre es nobleza. A veces es bien culero, sobre todo cuando incluye tacones, uñas, malas palabras, látigos, suegras y todo eso. Lo que yo quiero, es un acto que te meta en la cabeza la palabra: amor. Porque tener un hijo, pues… no siempre es en las circunstancias más favorables, como cuando se rompe un condón por ejemplo. ¿Los besos y las caricias? Pues… es que si eres actor son una herramienta de trabajo. Sería necesario inventar una verdad universal e indiscutible.

Entonces, existo hoy con el firme propósito de inventar un acto de amor inconfundible.

No puede ser algo sencillo, como: “existir”, “amar”, “dormir” o “cagar”… porque de ser así, no sería amor. Ni siquiera intentarlo, porque cuando a una persona le dices “amar” es “amor”, te voltean a ver con cara de angustia y exclaman: “No puede ser TAN sencillo”. Aparte es muy mamón. “Amar es amor”, dan ganas de responder–. Ay no mames güey… muere. También depende del tonito en qué lo digas, supongo… y de las instituciones religiosas o cultos que te respalden. Sea lo que sea, la simpleza no es interesante, por eso he concluido que un acto de amor inconfundible, debe ser al menos una gran serie de pasos a seguir cuya conclusión es inmediata y resoluta.

Aunque… estoy tentado a decir que ese acto, es una felación o un cunnilingus. Debería serlo… si no es porque se compra por cincuenta varos en la meche o con dulcitos. El amor no es una felación, pero se le acerca terriblemente.

El acto del que hablo, también, deberá evitar la tipificación o categorización. Es decir, nada de amor filial, amor por compromiso, amor platónico, auto-amor con manuelita, intenso amor o amor de dos pesos. Deberá también, ser tan perfecto, que evite todo tipo de confusiones con el odio, la pasión, la infatuación, el incesto. Ese acto que cuando vas caminando por la calle, en el parque, comiendo un helado y pensando en los pendientes laborales y por casualidad lo atestiguas, puedas decir: “Eso… es amor”. Con todo y punto final. Sin líneas extras, sin reflexiones posteriores y sin desencantos comunes.

Un acto, probablemente rápido, económico y sencillo… características que funcionan con los productos y la publicidad. Tal vez amarillo y rojo, para que sientas hambre y desees consumirlo. Una comida con vitáminas, minerales, calcio y diez aminoácidos indispensables para el cuerpo humano. Pequeño y práctico, para que puedas llevarlo en la cartera. Un disco duro interno con treinta gigas, para ponerle música. Con funciones extra, pero no apabullantes, para que se asemeje al celular de moda. Un diseño ambiguo y moderno, de buen gusto, para hombres y mujeres. El diseño del acto de amor inconfundible debe ser tan perfecto, como el propio acto.

Insisto, no es una mamada, pero como se le acerca.

Sería un ritual para la diplomacia, con eso se arreglarían desde los conflictos bélicos hasta la chilladera del bebito. Un abrazo no, porque algún listillo se le ocurrió que se puede ir por la calle para regalarlos. Un abrazo de quien no amas, puede ser un martirio. Sin velitas de olores e incienso, porque puede ser demasiado místico o hare krishna. Sin palabras necias o rebuscadas, pero evitando también las salidas comunes y los crímenes lingüísticos. Que funcione en todos los contextos históricos y en todos, tenga el mismo nombre. Probablemente, un algo que los escritores, pintores y músicos, se verían forzados a producir sin variantes, porque es amor y ya. Es amor.

Que no cambie de precio, disponible para todos… tan disponible, que se distribuya como un meme en internet o como un flashmob en Inglaterra, que se reconozca en todas leyes y todas culturas. Una fórmula cuyo resultado siempre sea el mismo, un lugar seguro para un mundo caótico, una propuesta para que los chinos sientan que los gringos son sus hermanos. ¿Ya ven? ¡No puede ser una mamada! Quisiera… pero no. O una foto porno de una actriz famosa… esas explotan como pólvora. Un algo poca madre, pero que no lo parezca… que sea absurdo, complejo, pero que asombre por su sencillez una vez aprendido y por su profundo sentido.

Por la complicado que parece conseguir todo esto, sugiero que todos nos pongamos de acuerdo y decidamos lo siguiente:

1. Un firme apretón de nalgas que no dure más de tres segundos, a las 4:55 de la tarde, es amor.

No se diga más, ya lo resolví todo.

A huevo.