Resulta que nos cayó otro proyecto, tres personajes: una mujer guapa haciendo ejercicio, un chavo de 16 – 18 años escuchando su ipod y el pinche niño que juega futbol americano. ¿A quién no saben que le preguntaron de los chavitos? Pues a pinche mí, porque jugué hace muchos muchos años. Me acordé de dos cuates, que podían tener conectes en ese rollo. Me he dado cuenta de una cosa: me ponen histérico cuando son cosas muy complicadas. Cuando me dicen–. No, pues necesitamos una mamá de 30-35, normalita, ama de casa… respondo–. Como no señor, ahorita mismo se la traigo. Pero me piden un chamaco que juegue fútbol americano, no me pone de malas, pero sí me preocupa porque he tenido experiencia en eso de que el scouting (la búsqueda) es complicada y debe hacerse BIEN, con TIEMPO. Si no, el scouting vale lo mismo que un casting de dos personas: nada. Jorge me explicó: Mira, no hay pedo, porque es el niño en el equipo, ni siquiera se ve, y se avienta a unos colchoncitos. De todas maneras me pongo histérico, porque son niños que juegan fútbol americano, y agencia o cliente puede que se les ocurra necesitar uno. Después me paso a explicar quien es el director y que trabajar con él es una delicia casi orgásmica, asentí lentamente y sigo pensando que igual y necesitamos presentar unos cincuenta para que escojan uno.

Voy a soñar con niños siniestros y de ojos rojos que juegan futbol americano esta noche.