Pienso que esta es una noche triste, porque sigue corriendo, no tengo sueño y el acto de salir un rato a la reja, sin el cigarrillo en la boca, dice que lo es. No me siento triste, ni desolado, ni melancólico, pero al parecer la noche sí. Pienso si me gustaría seguir viendo Death Note, acabar el tercer libro de Harry Potter o terminar un cuento que dejé pendiente. Después de releer varias veces el cuento, sentía que me faltaba algo. Lo leía, y lo releía. Se lo pasé a tres personas para que echaran un vistazo y, aunque no les gustaban algunas cosas, las tres concordaron en que faltaba algo. Si ya lo sabía, solamente necesitaba que alguien estuviera de acuerdo conmigo. Tres para no errarle. Con todo el dolor de mi corazón, tendré que reescribirlo. Al menos tengo los personajes y la situación.
Puede ser que la noche esté triste porque extraño a mi mujer, porque ganamos muy bien en el fútbol, porque un perro allá afuera esta llorando o porque mi hermano ríe sin yo saber los motivos. Un pedazo de carne se asa en el sartén. En unas horas tengo que ir al aeropuerto, a escoltar a dos actrices para que se vayan a Argentina. No había escrito en mi blog por escribir ese cuento. Curiosamente, cuando era niño, era fanático de Hugo Sánchez y quería ser como él. –Se me hace una persona muy agradable –decía de chiquito. De él, y de Salinas de Gortari. Una tía me regañó cuando le dije eso–. No, no. Para confiar en las personas, no solamente puedes basarte en su bigote o en que te caigan bien los de pelo chino. Debe haber algo más.
Hay un problema con Salinas de Gortari… es un ratero, un gran ratero, un voluminoso ratero, simón… pero pues… también hizo lo que quiso. ¿No puede estar en la maldad el propósito de nuestra existencia? No sólo la de él, o la mía, sino la de … Chuchito, y Perenganito. Es difícil aceptar con tanta educación moral que la maldad es un destino. Pero los malvados, como los inútiles y los imbéciles, sirven de mal ejemplo. Tal vez esta noche es triste porque pienso que la maldad es un propósito del ser humano.
Últimamente he escuchado una y otra vez, “Caballo Viejo” y “Pedro Navaja”. El corazón baila, porque el cuerpo es torpe, pero baila de todas maneras. Pienso ingenuamente–. Me gustaría vivir en algún lugar donde pudiera escribir canciones de salsa y mirar a la gente bailarlas. Como la gente baila alegre con canciones tristes, como esta noche. De sombrero y guayabera, alegrar el infortunio. Como pasa después de leer Harry Potter–. Me gustaría escribir de un lugar fantástico y de magia, intriga, y misterios. De todo te gustaría escribir, pareces un niño Agustín, escoge una cosa o mejor haz algo de verdadero provecho, me dice algún espíritu interno. Tal vez tiene razón.