Hay cosas bien complicadas en Casting. Por ejemplo, cuando piden niños que sepan tocar la flauta con el culo mientras están parados de cabeza. Otra de las complicaciones, es cuando piden una brasileña que no hable el español como teletubbie (OA!!!! = hola, ¿cómo estás?). Pero los que son realmente difíciles, y se dan de vez en cuándo, son los comerciales que llamo los “United Colors of Bennetton”.
Eso pasa cuando un creativo, mientras está navegando en los archivos más interesantes de flickr y bebiendo café rabiosamente, piensa: “Estaría buena onda incluir muchísimas razas en algún comercial”.
El creativo guarda esa idea, la pone en su corazoncito, la madura. Los comerciales que incluyen muchas razas, siempre son bien sofisticados. ¿Necesitas hacer que una marca se vea inteligente, progresiva, interesante, multicultural? Contrata un bonche de negros, asiáticos, hindús, latinos y anglosajones y aviéntalos en una habitación. En lugares como Estados Unidos o Inglaterra, es posible por su mescolanza de razas. Esos comerciales son hasta estereotípicos. Ya tienen manual incluido.
Pero… ¿cómo funciona esto en México?
¿Y cómo funciona, cuando tu cliente es, pues, quien les da los permisos de trabajo a esta gente?
El creativo bebe su café, la ejecutiva de cuenta va pasando por su escritorio, se acerca a él y le dice-. Fijate que Nacional de Migración quiere hacer un par de comerciales. ¿Tendrás algo para dentro de … cinco segundos? -El creativo salta en su asiento y mientras en su cabeza, la siguiente frase recorre su cerebro como ruido estático: NO MAMES NO MAMES NO MAMES NO MAMES POR FIN FIN FIN POR FIN.
-No te preocupes Chelita -dice el creativo-. Tengo el comercial perfecto.
Ese comercial perfecto, pluricultural, distinguido, fino… pasa como una hoja de papel hecha avioncito por la cabeza de mucha gente. Empieza la cadena: INM, Ejecutiva de Cuenta, Creativo, Ejecutiva de Cuenta, Productor Ejecutivo, Productor, Asistente de Dirección, Pendejo de Casting. El pendejo de casting responde el teléfono y dice lo siguiente-. Ah, ¿tres parejas? ¿chinos, negros, latinos, árabes, gringos? Simón, tengo gente en ese perfil. Yo creo que si lo sacamos.
El pendejo de casting, dice eso porque quiere dinero. La verdad.
Olvida que cuando va a los restaurantes chinos, son pocos los que quieren hacerlo o tienen permiso de trabajo. Cuando busca negros, estos no hablan una pizca de español y temen que les estén haciendo una broma. O peor aún. Que nunca les paguen. Los árabes en realidad son mexicanos narizones. ¿Anglosajones? Bueno, no precisamente. Argentinos y Uruguayos. ¿Hindús? No señor, costeñitos. ¿Necesitáis un judío? Estoy seguro que muchos se disfrazan re-bien.
-Oye Agus, y si podemos incluir unos pelirrojos, estaría excelente.
Me imagino al creativo, en este momento, defecando, sentado en la taza y haciendo expresiones, no sé si de amargura o de contento. En su corazón, esta esperando como un niño el regalo que verá en unos cuantos días. El casting para su comercial. Se imagina las facciones de un hombre llamado Woo, de una mujer llamada Djannana Bwamba, de una escuincla Sarah O’Malley y de Rabindrajath Arminus.
¿Y yo? Suspirando nomás… Bob.