Vía Químicamente Impuro (uno de mis blogs preferidos), recomiendo los siguientes cuentos: “Un factor no tenido en cuenta“, “Trayectoria“, “Shakespeare cervantino“, “Cuerno y marfil“. Muchos de estos cuentos tienen esos giros que todavía me sorprenden. Algunos otros, son contemplar un pasado que nunca sucedió. El pasado, en ficción, siempre me provoca nostalgia, aún cuando este pasado sea terrorífico. ¿Por qué? ¿Será el antojo de una vida distinta? ¿De una historia imposible? Algún día, probablemente, podamos viajar a tiempos paralelos y conocer otro pasado, otro futuro, otro… simplemente otro.
Vía blogpocket, 10 edificios fascinantes que nunca se construyeron. Como los cuentos o las novelas de pasados alternos, estos edificios representan pedazos de imaginación humana que nunca fueron. También sonreí nostálgico-tristón, al verlos. Aunque algunos, bueno, rayan en lo ridículo o lo setentero.
Por supuesto, “Dinero para el banco” de Jordi Cebrián, es otro ejemplo de microficción. Algunos cuentos de Jordi Cebrián (cuentos de 100 palabras) se encuentran publicados en Químicamente Impuro (y los puedes leer dando click aquí).