Pues, este feliz cumpleaños, estuve atorado durante una hora en el tráfico de Revolución y Churubusco. El taxista me señaló donde empezaba y terminaba el puente. Lo único que pude expresar fue: “No mames”. Además he tenido problemas para copiar mis archivos de música. Resulta que debo abandonar mi disco duro externo para usar otro. Un disco duro externo, cuando usas una laptop, es donde guardas tu vida. En la medianoche olvidé felicitar a mi mujer por nuestro cumpleaños (honestamente se me olvidó) y se enojó conmigo. Al despertar, después de dormir cuatro horas, ha empezado una larga procesión de e-mails de parte de facebook.

No me esperaba tantas felicitaciones, después de un día de todos contrastes.

Acabé de leer Barbagrís. No me gustó tanto como los cuentos de Aldiss. Probablemente leeré otras novelas, a ver que encuentro.

Comí un pastel delicioso en la oficina, el cual me permitieron elegirlo. Le hablé a mi mujer y ella andaba de borracha en la posada de su despacho (jajaja), al menos ya no estaba enojada. Empecé a leer una compilación de obras escogidas de Ernesto “El Che” Guevara y son una cosa distinta a la que me imaginaba. Días de muchos contrastes, digo.

Supongo que… es una excelente manera de empezar mis 27.