Hace cincuenta años, me pidieron en recolectivo.blogspot.com que escribiera esto. No. No exactamente me lo pidieron. Me invitaron. No sé como fui a caer a una peda con El Huevo, y con Salaverga, y uno me decía-. El siguiente post es de Enero 2059 -y el otro me dijo-. ¿Le vas a entrar o qué vergas Fest? -Pues yo dije que sí, por la sencilla razón que a todo digo que sí. No dije cuándo, por eso lo hice cincuenta años después. JAJAJA. Pero dije que sí… Sobre todo teniendo una cerveza en la mano y otras dos en el estómago, porque ese día no comí ni madres por la chamba… medio me acuerdo, creo que era cerveza. Y había tres bailarinas exóticas en la fiesta. Bien chingonas. Y un chingo de bloggers que no conozco, ni me conocen. Pero ahí estaba, chingándome unas chelas y la chingada.
-La cosa, es que te imagines esto cincuenta años después -Recuerdo que mi mente se disparó bien cabrón, y me dije: Claro… cuento de ciencia ficción. A huevo. Estilo “Edad de Oro”, con esa atmósfera gris amenazando con romper el futuro y el pasado todo a la vez, y que el final tenga un sabor amargo, y te haga pensar… “Verga, si el mundo fuera así en cincuenta años, ¿en qué situación me encontraría ahorita”. Cincuenta años después, no estoy muy seguro en qué situación me encuentro. De lo que estoy seguro, es que me invitó el changos y el cazador de tatuajes a participar en recolectivo, estaba tomando vodka, y había diez bailarinas exóticas del segundo satélite marciano. Esas viejas que buenas estaban, antes de que bombardearan la luna y las mataran por el acto universal de gobierno RAID.
Así que quiero pedirles una disculpa. No pude escribirlo en ese momento porque… o sea, si disparó mi mente bien cabrón a un futuro alterno, donde no había naves espaciales, pero las intrigas entre las naciones y las empresas por el nuevo sistema de energía abundaban y provocaban guerras que llevarían a un mundo post-apocalíptico. La verdad era demasiado, y me quedé pensando en mi yo interno, que chingón estaría escribir algo así. Se los juro. Luego se me pasó la fecha. Y luego cuando me dijeron que invitado, recuerdo que pensé-. No no no mamen, no. ¿Agustín Fest de invitado? ¿Otra vez? A la verga, mi nombre es como para personaje regular. ¿Después de todo lo que he hecho por la blogósfera? ¿Y quieren que les de mi novela gratis?
Sí, recuerdo que después del quinto tequila, y de haber besado a las putíferas de Venus, y de estar pasando mi divorcio, llorando mis penas con… ¿quiénes eran? El mulder, creo, y el caníbal, sí, eran esos dos jefes, y de que me seguían seduciendo con su tema del futuro y la chingada, me encabroné internamente.
Pero había un problema. Ya había dicho que sí. Ni modo de salir con mi flamígero pito de la dignidad y negarme. Finalmente, estuvo mejor escribir cincuenta años después esta madre. Yo sé que los involucrados ya se murieron, y que a mi no me queda mucho tiempo de vida. Sin embargo, decía mi abuela, igual que los programas de televisión de hace algunos años-. Más vale tarde que nunca -Ahora si me disculpan, ya le dediqué mucho tiempo a escribir esta madre, todavía me falta el testamento, y hay muchos hijitos ansiosos por saber qué pedazo de mi les va a tocar.
P.D. Chingue a su madre el que pregunte qué era la televisión. Para eso está la wikivideopedia.