Hay una cosa muy curiosa en los signos de interrogación y exclamación: Se llama punto. De verdad. Está incluído dentro de los símbolos. ¿?¡! – ¿lo ven? ¡Ahí esta! Es un punto muy pequeño a comparación del acostumbrado punto. No, no es que sea pequeño, es que hay un fenómeno psicológico que nos impide ver una cosa evidente cuando la tenemos frente a nuestras narices. ¿Qué hace el punto ahí? Pues existe para ahorrarnos el punto y seguido que va después de una pregunta o una exclamación. El punto no se lleva bien con otro punto, a no ser que sean otros dos puntos. Es decir, ah… el ejemplo está atrás. ¿Pero preguntar, o ¡exclamar y cerrar con un punto!?. No, no está bien. Se puede poner una coma. ¿Una coma dices?, ¡sí, dije una coma! También puedes usar el punto y coma, si te sientes muy atrevido. Pero jamás, debes cerrar una exclamación o una interrogación con un punto.