Eres niño. –Ya verás –te advierten–,
Dolores, achaques, punzadas. Pierdes
juventud si no duermes bien. Acaecen
los años, y por cualquier cosa ardes.

Como niño, ríes. No les crees nada.
–Exagera la bola de viejitos
–Un día sientes la primera cruda.
Dolor de dientes, brazos, cráneo, dedos.

Cuentas tu dolor al niño, él ríe.
Es una señal: todos los dolores.
Un viejo escuchó y se sonríe.
–Faltan años para estar iguales.

Viejo y niño se van de la mano.
Miras, no los sigues, eres humano.