Alguna vez lo intenté con el punto después de las exclamaciones y las preguntas. Eso, insisto, no se hace. Esta vez trataré de hacerlo con hay y ahí. Porque hay una diferencia y ahí pueden verla, en una sola oración. Hay, viene de haber. Si hay fútbol, el fútbol es habido. Si hoy toca, hay felicidad. Si mañana trabajas, hay lana. ¿Dónde esta la otra palabra? Perdón pero, estas quesadillas no sólo son de queso. Si hay fútbol, es ahí, en el estadio. ¿Pueden notar como ahí nos indica un lugar? Si hay felicidad, debe estar ahí, en esa cama. Si mañana trabajas, hay lana (bien habida lana), y te la pagarán ahí, en tu chamba. Se me olvidó agregar esa otra expresión de dolor (o sorpresa) y que causa mucho dolor cuando la leo y no saben que están reemplazando las dos anteriores: Ay. ¿Pueden entrar en los ejemplos? Claro que sí, acércate, te lo pienso enseñar sólo porque no puedo dormir y todavía no se me acaban los cigarros. Si hay fútbol, el fútbol es habido, ahí en el estadio, ¡Ay, el pinche delantero no metió el puto gol! Si hoy toca, hay felicidad, ahí en el hotel… pero ¡ay! ¡Serás pendejo si olvidas el condón! Si mañana trabajas, hay lana, ahí en la chamba, ¡ay! ¿y si no pagan lo suficiente? Aguanta vara y no le entres al narco, porque… ay… como te podría doler si te cachan… hay mucho dolor y muerte… ahí, en ese camino oscuro. ¿Se fijaron? Tampoco se incluyen los puntos, después de las preguntas y las exclamaciones. Con todo y moraleja, quién diría, alguien me pondrá una estrellita o me regalará una galleta.
Hay, ahí (ay)
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