Estos días estoy haciendo mucho ejercicio: dos caminatas diarias de cuarenta minutos y cuatro días a la semana hago una rutina de una hora. Para bajar un poco más rápido de peso, por recomendación de un amigo, cambié la coca regular (el vicio que me quedaba) por coca cola dieta. Lo interesante del artículo es que menciona la posibilidad de que el cerebro nos haga un truco para suplir toda esa azúcar que supuestamente, debió ingerir el cuerpo. No lo dudo. Somos esclavos de nuestro cerebro y nuestros instintos (Otro artículo que leí ya demostró que nuestras decisiones las toma el cerebro milisegundos antes de que “nos convenzamos de hacerlas”, genial, ¿eh?). Al final, el libre albedrío es no hacerle caso a nuestros impulsos.