Siempre cambio las reglas de este espacio. Es culpa de lo que leo, el árbol es un reflejo de mis lecturas. Empecé el año con ficción breve y ejercicios de creación, juegos fascinantes. Ya lo había hecho alguna vez: Reducir mis líneas, narrar un momento, no irme por las ramas… pero luego me gana la necesidad de espesar el follaje. A veces, escribía durante los domingos lo que pensaba publicar en el árbol. Me sentaba durante un par de horas para preparar cuatro o cinco posts, sin embargo me ganó una criatura indefinible, un monstruo que me regañaba por lo poco natural del proceso. En alguna parte de mi cabeza, tengo la idea de que un blog debe ser inmediato y su cronología rigurosa, con ese monstruo martillando constantemente mi cerebro dejé el ejercicio, incluso dejé de escribir unas semanas, quizás más de un mes. Con una cabeza como la mía no se necesitan enemigos.
Me dispongo a intentarlo de nuevo pero apostando a un lúdico desorden en las fechas. Esto lo escribí algún día, pero se verá publicado otro. Es decir, pienso usar un algoritmo que me entregue las fechas del 2013 al azar y después programaré la entrada ya escrita para que se publique en esa fecha. Las entradas se publicarán a media noche, para no entorpecer en mis redes sociales a los trabajadores matutinos y diurnos, prefiero a los lectores desvelados o insomnes. Además, quisiera ver cómo interpreto estos mensajes desordenados mientras me encuentro haciendo esta cosa, si soy capaz de rememorar todo lo que escribo.
Pienso que este método me entregará una libertad nueva y necesaria, un libro escrito en desorden como los que siempre he querido escribir. Quien sabe, si no me aburro de ello, puede que finalmente logre emular el crecimiento irregular de un árbol: Sus hojas no crecen en serie, presas de una obligación ordenada, sino que aparecen como un capricho espontáneo en el lugar antojado de la rama. Si tengo otra cosa que escribir, un evento que merezca atarse a la cronología, lo haré durante el día y lo publicaré en el momento que haya sido escrito, como las entradas de Guardagujas o algún otro aviso.
Cancún, martes 8 de enero.