Exlibris:

  1. Dibujo perfiles en las portadas de mis libros. Perfiles de hombres, mujeres, monstruos, perros, antropomorfos, etcétera. Muchas veces sostienen un cigarrillo en los labios porque tengo esa chocante noción de que el humo que despiden también forma parte de la personalidad de esos personajes sin nombre.
  2. Nuestros libros, en casa 13, tienen un exlibris. El exlibris lo encontró Sol y nos gustó a ambos: es un hada sentada sobre un árbol. Un sello azul que nos costó cien pesos en el Office Depot. El exlibris me parece alegre y en ocasiones, me parece demasiado alegre. Depende del libro. ¿Qué pensará Onetti de las hadas?
  3. Mis tíos firmaban sus libros con su apellido y ponían la fecha en que compraron el libro. Es lo más normal, supongo, así como en la escuela marcábamos nuestros libros en el dorso con un plumón negro. Así era difícil que se los robaran.
  4. Una escritora que hizo un intercambio de libros conmigo los marca con un cigarrillo. Algunos libros tienen un pequeño agujero, resultado del fuego… sí, la imagen de apenas quemar un libro es curiosa, abundante.
  5. Pienso en Keret y como firmó nuestros libros, con pequeños y festivos dibujos. Quizás, si algún día me convierto en un escritor que firme muchos libros, dibuje perfiles de personajes en todos aquellos que piden una firma. En la presentación de “Así se acaba el mundo”, lo único que se me ocurrió fue firmar y poner alguna línea referente a Super Mario.