Existen juegos mágicos e inesperados. Esos juegos qué, a pesar de tener un nombre horrible o una premisa de diversión dudosa, resulta que son un invento del diablo y una vez que los abres te roban el alma. Muy parecido a los cubos culeros de Hell Riser. Entonces te das cuenta de lo iluso que fuiste. Tu alma ya está en otro lugar y no te importa, sigues jugando.
Uno de esos juegos es Euro Truck Simulator 2. Creí que el juego era una mamada y me equivoqué. Es el puto amo.
¿En qué consiste?
En este juego tú tomas el papel de un redneck, o un texican, o un hillbilly en Europa. Ya me voy a callar antes de que la confederación me escuche y me pique con una bayoneta por el culo. Juegas el papel de un conductor de camiones y la misión es, a grandes rasgos, mientras conduces por toda Europa, juntar dinerito para eventualmente tener una flota de camiones y crear el primer monopolio de entregas de carga pesada en todo el continente Europeo.
Pero para eso, bueno, primero empiezas como el esclavo de un cabrón cualquiera y tienes que manejar durante horas tu trailer, de Francia a Inglaterra, y de Inglaterra a Alemania, y de Alemania a Polonia, y de Polonia a Rusia, para juntar lanita y comprar tu primer camión.
Es un juego de carreras, pero son carreras de largo aliento porque sólo compites contra el tiempo y tu propia resistencia. Como dije en alguna ocasión: odio los juegos que simulan la realidad de una manera tan puntual, al menos que el proceso sea fascinante y lo más extraño de todo, es que manejar camiones de carga es un proceso no sólo fascinante, pero también relajante.
El reto del juego está en aprender a manejar durante largas horas sin pegarle a otros autos, a las luces o a los límites de carretera, porque cada pequeño accidente reduce el valor de tu carga (y créeme, es muy frustrante cuando golpeas un auto después de 11 horas juego de manejo, porque tus ganancias disminuyen considerablemente) y también el reto está en aprender los caminos, aprender a estacionarte, aprender todo tipo de trucos para ganar bonificaciones y juntar más rápido los millones de euros necesarios para adquirir tu flotilla de camiones.
Eventualmente compras más camiones y se los rentas a otros conductores para que ellos generen dinero por ti.
Cosas chingonas del juego: puedes ponerle tus propios mp3s para escuchar en el camino o puedes poner una lista de radios por internet para que la manejada sea agradable. Yo escuchaba la estación inglesa de Starz. Ya hasta me había encariñado con los locutores. El juego, además es extremadamente modeable. Tiene una comunidad muy activa de jugadores que constantemente están agregando nuevas autopistas y zonas por dónde manejar. Una gugleada te descubrirá horas adicionales de contenido gratuito.
Es recomendable comprar las expansiones de este juego. Valen la pena. Si les gustan los juegos de carrera, los juegos relajantes, los simuladores económicos y los mundos abiertos, no duden en echarle un ojo a Euro Truck Simulator 2.