• La estructura de Rabbit Hole es clásica, clasiquísima, un buen homenaje a los videojuegos de PC de finales de los ochenta, noventa, cuando el CPU se contaba en números muy extraños, como 286, 386 y 486. Al jugarlo, recordé un tetris tridimensional, vista superior, que jugaba durante horas y horas y horas.

  • Rabbit Hole es el primer párrafo de Alicia en el país de las maravillas. Una narradora con una voz chida te va leyendo, mientras tu manipulas un cuadro para que este caiga en las aperturas de las letras y las palabras. Metáfora: la caída de Alicia al abismo por perseguir a un conejo. La música está suave, divertida. No esperaba nada del juego y después de un par de horas, me descubrí como niño, tratando de memorizar la caída cada vez más, cada vez mejor, para llegar hasta el final de la lectura.

  • La dificultad es progresiva y desesperante. Tomará un buen rato memorizar los caminos y buscar las mejores combinaciones para llegar hasta el final de la historia. Hay algunos niveles que son sencillamente injustos, como las motos de Battletoads. Cosa de horas, o cosa de días, depende de que tanta prisa y habilidad tenga uno. Pero no creo que dominar el juego tome más de una o dos semanas.

  • Empecé a jugarlo usando mi control de PS4 y luego cambié al teclado. El teclado es mucho mejor, y mucho más cómodo. Lamentablemente no tiene buen soporte para los controles: se sienten duros, forzados y nada apropiados para un juego de esta naturaleza.

  • El juego es sencillo. Consiste en esto que les he escrito y nada más. No tiene trucos, no tiene trampas, no tiene una gran historia y el único objetivo es caer y caer y caer. ¿Lo recomiendo? Sí. El juego es barato por su sencillez y por su sencillez, si uno está buscando algo básico, creo que esta es una buena compra.