Crypt of the NecroDancer
Nuestros corazones laten al compás del brujo
Ha sido un largo día. He jugado Crypt of the NecroDancer durante varias horas seguidas. He tenido pesadillas con este juego. Escucho la música mientras vivo al día a día. No sólo me atrapó por el género (exploración de calabozos, dungeon crawler pa’ los cuates) pero también por el ritmo. Al parecer, según la presentación, todo empieza con la muerte de una muchacha con una pala y la salvación de su alma (da un poco de tristeza su historia, esa sutileza de que una joven muchacha busque una redención ambigua, misteriosa). El juego más básico es explorar junto con Cadence cuatro zonas para encontrar al padre, o lo que el padre escondía, o el secreto de la madre; todavía no lo sé, no he terminado el juego y es celoso de sus misterios.
Lo curioso de Crypt of the NecroDancer es como combina el ritmo. La exploración depende de los latidos de tu corazón de acuerdo a la música. Cada enemigo tiene sus propios pases de baile y además de las estrategias acostumbradas, tienes que aprender a danzar con ellos para llevarles la delantera. Habitualmente los juegos de este tipo de géneros son castigadores. Pues con ritmo todavía lo es más. Tienes que aprender, por ejemplo, a golpear a los esqueletos antes de que alcen las manitas o bien, tienes que hacerte a un lado después del primer golpe a los aprendices de espadachín porque estos darán casi inmediatamente después la estocada.
Hay brujos, muertos, fantasmas, duendes, minotauros musicales, dragones, caballos espectrales y ogros. Al juego no le falta material para el bestiario y combina estos elementos clásicos para entregar un producto muy curioso. Crypt of the NecroDancer, en su versión más sencilla, promete horas de diversión. También si exploras las opciones, encontrarás que hay más personajes y cada uno de ellos tiene variantes de ritmo y de armas. Jugué unos momentos con Eli, el tío de Cadence, quien tiene bombas infinitas y me pareció muy entretenido, pero muy diferente a lo que apenas estaba aprendiendo. Sugiero un juego completo con Cadence para aprender el juego antes de cambiar el personaje pero seguro otros preferirán de inicio una exploración distinta. El bardo, otro personaje, ofrece un método más tradicional de juego.
Las armas, las armaduras, los amuletos y cuantos objetos encuentren son muy variados, algunos más estratégicos que otros, y ayudan a cambiar a Crypt of the Necrodancer de una manera muy dinámica. El tambor de guerra exigirá que te quedes quieto, pero acumules el beat (pequeña desviación onírica: El tambor de hojalata, Günter Grass), para aumentar la fuerza. Algunos anillos cambian la cantidad de enemigos pero aumentan la fuerza o la vida. El casco de bombas hará que seas inmune y consideres esta arma como la principal para enfrentar a los jefes y destruir el mundo. Recuerda que nuestro personaje principal, Cadence, utiliza palas para destruir los muros y abrirse paso en las zonas; por lo tanto también es importante el tipo de pala que escojas para construir tus atajos. Tienes tiempo limitado para la exploración: precisamente lo que dure la canción y antes de que la canción termine, tienes que matar al jefe de la zona para seguir adelante. Crypt of the NecroDancer es una agradable carrera contra el tiempo.
El juego consta de varias pistas musicales las cuáles puedes intercambiar entre los personajes. Si no te satisface la música que viene incluida en el juego, puedes comprar alguno de sus DLCs o puedes usar tus propios mp3s (el desarrollador recomienda usar música con beats estables). También puedes definir que la música sea aleatoria, pero aún cuando me gusta el azar, preferí desactivarlo porque descubrí, efectivamente, la importancia de entender el ritmo de la música para avanzar de nivel a nivel. Así descubrí que Cadence tiene un ritmo muy particular y muy diferente al baile de Eli. Ello me pareció fascinante; no sólo te relacionas con los personajes por cómo se mueven en el mundo, por cómo lo enfrentan y lo destruyen, pero también como lo bailan.
Recomiendo hacer la configuración inicial, la de ritmo, una o dos veces después de la requerida por el juego en su configuración inicial, para que sea preciso cuánta tardanza en microsegundos tiene la reacción de las teclas, el control, la pantalla, lo que quieras. Es muy importante sincronizarse con la música para no morir y frustrarse constantemente. También recomiendo, si tienes un DualShock 4, bajar DSInput y olvidar la configuración de controles de Steam la cuál, por alguna extraña razón, no funcionó como lo esperaba. En esta ocasión, quién sabe por qué, fue más sencillo con DSInput y la configuración interna del juego. Se los juro.
¿Recomiendo Crypt of the Necrodancer? Sí, es uno de los mejores juegos crueles de exploración que he jugado este año. La música, el bestiario, la muchacha de la pala… todo tiene una estridencia que se apodera de ti y te empuja a seguir jugando.
