Crysis 2
De regreso a las Crycanteras para matar a los Ceph
Sobran las introducciones de Crysis 2. En pocas palabras, era un juego emblemático que rompía hardwares. Contiene uno de los pocos universos que empujaban a los gamers de regreso a las canteras para ahorrar y hacer mejoras en el equipo. Crysis 2 es un amuleto: el que tenga el FPS más grande, o más rápido, o más jugoso. Este es uno de los pocos juegos que los locos y los valientes rompen todavía más para ver si pueden correrlo a 4K y 120 cuadros por segundo. Prophet, Alcatraz y los Ceph en su tiempo, seguro costaron el divorcio a más que un nerd bonachón y salvó a EA de la ruina, al menos la metafísica, porque todavía se habla de él en los foros y se hacen los chistecitos de rigor: ¿Pero corre Crysis?, chistes que parecen viejos pero no, anidaron en el alma de algunos, como la ballena blanca que un día le mordió una pierna a Ahab.
Los únicos dos rasgos realmente lamentables de este juego: todo tipo de servicios en línea murieron y no tiene retos de Steam. Molestias que pudieron ser cosa de mi hardware: tuve problemas con el sonido del video, distorsionado y horrible. Quizás corre sin problemas en Origin o quizás hay que moverle a las preferencias nativas del bitrate. Valdría la pena investigar. No dudo que muchos abandonan el juego por el sonido jodido en los videos. Y con buenos motivos.
Pero, por otra parte, Crysis 2 sigue siendo un monstruo. Una variedad rica y satisfactoria de armas. No es aburrido usar ninguna, así como tampoco es aburrido tomarse su tiempo para apuntar y disparar. Tiene suficientes opciones tácticas para ajustarse, al menos, a los tres tipo de juego: rangos cercano, mediano y lejano. Un buen medidor para saber qué tanto puedo disfrutar un juego es la escopeta: si puedo usarla durante un nivel completo sin morir, probablemente me va a gustar. Lo chingón es que Crysis 2 tiene opciones para “convertir” la escopeta en un arma de mediano rango y entonces buscar estas opciones tácticas para cada nivel se convierte en un reto, una tarea.
En cambio, donde se queda corto, es en el bestiario de enemigos. Quizás siento este rasgo del juego disminuido porque yo crecí con otro tipo de FPSes que gustaban sacrificar calidad por variedad (aunque cuánta calidad podíamos pedir en los noventa). Hay Cephs, como tres o cuatro tipo de ellos, y sus variantes de armaduras y hay mercenarios con variantes de armaduras Y armas. No encontré jefes impresionantes, pero vamos, Crysis 2 consigue un montón de acción con los elementos que utiliza.
Los escenarios, los actores, los diálogos incidentales, los modelos, los pastos y las sombras, en eso Crysis 2 me parece insuperable, un titán del género. Muchas veces sentí que jugaba una versión mejorada de Fallout 3 e imaginaba lo bueno que hubiera sido jugar con estos assets en el yermo; no dejaba de pensar en lo mucho que hubiera aumentado la calidad con mejores texturas y sombras (y aún así, no se logra en Skyrim, pero vamos, Skyrim y Fallout son dioses en narrativa e inmersión. Olvidas los escenarios fáciles y repetidos porque estás muy ocupado buscando *ese* calabozo). Quizás el único juego que he visto con un detalle igual de cuidado o mejor fue Bioshock Infinite. Creo, también, que Bioshock Infinite ha superado en escándalo y acción a Crysis 2 pero por poquito.
En cuanto a narrativa, bueno, Crysis 2 no le echa muchas ganas. Post humanidad, nanomáquinas, traidores y el gringo nacionalista contra el mercenario, tema recurrente de cualquier teleserie militar. Propaganda básica y normal, nada espectacular, y según lo que entiendo se hicieron muchos pastiches para arreglar la historia del primero, la cuál es todavía más pitera. Nathan Gould y Hargreave hacen un excelente trabajo de voz y hay información escondida por ahí que amplía la estructura narrativa, pero no hay una motivación real para buscar esto o entender qué está pasando. Claro, esto al final no es ningún inconveniente. No compraste una máquina chingona para correr la historia de Crysis, ¿o sí?
Como FPS de un solo jugador todavía se sostiene. Puedes regresar a él para explorar alternativas y tácticas, además de disfrutar los escenarios y los balazos. Nada mal para este viejillo, titán del género y víctima de su propio mercado.