Psychonauts
El destino de un muchacho que morirá en el agua
Cometí el error de primero jugar dos juegos más recientes de Doublefine: Brütal Legend y Costume Quest. Digo error porque ambos juegos tienen grandes ambiciones, parece que en su momento deseaban cubrir ciertos nichos y, de algún modo, consiguieron establecerse como piezas si no excelentes, al menos interesantes y provocativas. Ambos juegos son considerados de culto por sus peculiaridades (el heavy metal, el halloween) y son columnas que consolidaron la trayectoria de sus desarrolladores.
Para mí, sin embargo, ambos juegos no me parecieron suficientes.
Brütal Legend lo percibí como un mundo abierto algo aburrido y mal planeado, mientras que Costume Quest rebosa de ternura pero carece de sustancia para ser un buen RPG. Ambos juegos, sin embargo, tienen un diseño precioso, evocativo y poderoso. Engañosamente infantil, pero que comunica varias capas, niveles narrativos, no sólo en sus diálogos, pero sus diseños. Por lo mismo jugué ambos juegos durante horas. En un principio me parecieron interesantes pero su novedad se desgastó rápidamente dando pie a ver las salidas fáciles y los errores no sólo de historia, pero la calidad del producto total.
Creo que si hubiera jugado Psychonauts como mi primer juego de Doublefine, hubiera sido mucho más amable con los otros dos juegos: no habría tenido la sensación de perder el tiempo con Costume Quest mientras que habría dado más horas de mi tiempo para terminar con Brütal Legend.
Psychonauts es un juego de plataformas. Manejas a Razputin (Raz), un psíquico que adquiere poderes y habilidades durante su estadía en el campamento de los Psychonauts. El juego consiste de dos escenarios importantes, uno es el mundo real y otro es el mundo mental (entras a la mente de otros personajes para solucionar sus broncas internas y ganar algo a cambio). El segundo es donde brilla especialmente el juego.
Psychonauts no sólo tiene un humor mórbido, pero hay motivaciones bien trabajadas incluso detrás de los personajes secundarios (el cuarto escondido de la agente, por ejemplo, o los lunáticos del asilo) y jugar para descubrir que hay detrás de la mente de los personajes con los que te encuentras se convierte en un paseo extraño pero rico en texturas no sólo físicas, pero mentales. Las metáforas son fáciles pero funcionan: el bagaje emocional, los figmentos, la paranoia y los mundos felices. Psychonauts, resta decirlo, es superior narrativamente hablando a Brütal Legend y Costume Quest. La historia es sencilla, pero su complejidad aumenta a través de perderse, de dar giros inesperados para hurgar en la mente de alguien y el jugador se siente un chismoso, un narrador superior sobre el mundo que aprende a manipular y dominar.
Doublefine usa una gran cantidad de elementos poco habituales en los videojuegos no sólo para provocar humor, pero extrañeza: cómo nos perciben los otros, cómo los miedos cambian nuestro mundo interno, cómo construimos mentiras para continuar nuestra existencia y hacer lo que realmente deseamos hacer. Aprendí a querer este juego por los riesgos que tomó para contar una historia, grandes riesgos que no están presentes en la narrativa tímida de sus otros productos. Me recuerda otro juego que también tomó riesgos en su tiempo (también en cuanto a su estilo y su modo de juego): American McGee’s Alice.
Los niveles están bien hechos y son muy variados. Cualquiera se mantendrá entretenido tratando de desenredar la física personal de cada mundo y sus reglas. Psychonauts promueve la exploración y la búsqueda; necesitas subir de rango explorando estos giros si quieres obtener más poderes. Hay varios poderes que modifican la experiencia de juego: los disparos, la levitación, la invisibilidad, el escudo, la telekinesis y la piromancia. Aunque algunos son obligatorios, en el juego descubres que puede haber más de un camino para encontrar la solución a un acertijo (tomar una carta, abrir un camino oculto, conseguir esa llave). El juego se aleja por completo de la sencillez (y muy poderosa), digamos, de Mario 64 pero Psychonauts tiene una complejidad bien pulida y una curva de aprendizaje muy sencilla, muy distinto a ciertas situaciones de Brütal Legend que son notablemente apresuradas, chocantes y malhechas.
Ciertamente, me veo en un universo alterno explorando este juego de Doublefine primero, quizás en su primera vida, cuando recién salió del horno y me veo convirtiéndome en un fanático acérrimo de sus creadores, pues es un producto perfectamente bien trabajado con una historia poco convencional y un estilo muy propio. En ese caso, también me veo jugando sus nuevos juegos y perdono sus errores, esperando que su próxima entrega sea tan buena como Psychonauts pero decepcionándome un poco cada vez. ¿Lo recomiendo? Sí. Psychonauts es el mejor juego de Doublefine, diría incluso que es un ícono dentro de las plataformas. Es un juegazo.
Psychonauts en Steam
Streaming de Psychonauts en Twitch
Ver El primer nivel de Psychonauts desde arboltsef en www.twitch.tv