La dimensión de las waifus obsesivas
Doki Doki Literature Club
Es un reto hablar de Doki Doki Literature Club sin arruinarlo por los spoilers. No digo que el juego es único o que jala un hilo negro en la narrativa de metaficción, pero es mucho más efectivo si uno consigue ciertos escenarios a ciegas, sin saber a dónde vas ni que esperar. Es decir: la historia de este juego es primordial para la primera experiencia y eso es de pensarse. Lo jugué sin spoilers la primera vez y después hice algunos recorridos con guía, para asombrarme con su construcción y sus secretos. Doki Doki Literature Club está preparado para darle la vuelta a los escépticos: tiene momentos aleatorios que cambian la experiencia en cada vuelta pero no creo que sean suficiente para justificar dos, tres, diez regresos al juego (quién sabe, yo soy bastante obsesivo, yo sí regresaría).
Quizás puedo hablar tranquilamente de las primeras dos horas de DDLC: un simulador de citas común y corriente. Un chico huevón, medio indiferente y poco ambicioso es invitado al club literario de su secundaria. El chavo decide ingresar al club cuando se encuentra que ya hay cuatro integrantes y las cuatro son morras preciosas. Ajá, el sacrificado de siempre. Uno tira la moneda para escoger a su waifu preferida (selección personal: Yuri en la primera, segunda e infinita vuelta). La estructura del juego es muy sencilla: no hay preguntas o decisiones difíciles durante los diálogos pero hay un minijuego que te permite “escribir un poema” y da la ilusión de que estás modificando gravemente los criterios de selección. Dependiendo las palabras que escojas, alguna muchacha dará saltitos de gusto y al día siguiente, cuando le compartas tu poema, estarás más cerca de enamorarla.
La narrativa de Doki Doki Literature Club es arriesgada y su escritura está bien hecha. No sólo hay pequeñas burlas al género, pero también un constante recordatorio de que hay una amenaza que va más allá de escoger a la waifu correcta (después de todo, ¿no es cierto que uno juega varias veces para ver el desarrollo y la conclusión de todas las opciones? Crea tu propia aventura amorosa, raras veces uno puede equivocarse de decisiones en este género). Si van a jugar DDLC, recomiendo una lectura concienzuda no sólo de los diálogos pero también de los poemas que te comparten las muchachas.
No creo pertinente decir más. El sonido y la música son adecuados para los géneros: horror psicológico y simulador de citas. El diseño de los personajes carece de calidad a comparación de otros juegos del género pero los visuales detallados son inquietantes (mind fuck personal: en un sólo visual, a veces conseguía interpretar las sugestiones eróticas, humoristas y terribles y luego me iba a dormir con eso en la cabeza. Not cool, bro). Lo mejor de Doki Doki Literature Club está en su estructura de primera vuelta en tres actos, en los eventos al azar y en los caminos propuestos para llegar al final de DDLC. Por cierto, es un juego hecho con el motor gratuito de RenPY y eso podría ser inspirador para los creadores.
¿Lo recomiendo? Si te gustan las novelas visuales, el horror psicológico, la metaficción, la ironía, perseguir waifus y los espejos negros, este juego es obligatorio.