El niño del garfio que busca su destino

Treasure Adventure Game

Un hombre, inspirado por el éxito de una hola de juegos indie, entre ellos Cave Story, dedicó dos años de su vida a crear un juego de islas, exploración y aventura. Se llama Treasure Adventure Game (de ahora en adelante, TAG, pa’ los cuates) y aunque el título no es muy bueno, pero más bien simplón o hasta ambicioso, es exactamente lo que promete. Robit Games liberó su juego de manera gratuita. Es posible descargarlo en su página o en GOG. Según se lee en su blog, el pequeño estudio independiente trabaja en la secuela o el reboot de dicho juego.

TAG me emocionó en un principio. Las gráficas son muy sencillas (sí, otro juego retro) pero tienen su propio corazón. El movimiento de los sprites y los fondos están muy bien hechos. Mientras exploraba los parajes soleados, nocturnos o lluviosos, pensé en el trabajo dedicado y los dos años que tomó hacerlos para tener una calidad que si bien no llega a la perfección, rivaliza y destruye a muchos trabajos profesionales o de grandes presupuestos. TAG es un mundo bien cuidado. También es dinámico, siempre están sucediendo sutilezas como el cambio de iluminación o el clima. Los personajes secundarios trabajan y duermen de acuerdo a la hora del día y los eventos. Da la impresión, gracias a la mutabilidad del mundo, que hay muchos secretos escondidos.

La historia de TAG es ambiciosa y quizás le falta enfoque, pues es demasiada información de un tirón: la verdad detrás de un mito, un héroe que destruyó a un demonio y los dos exploradores (y el hijo) que se lanzan a su mundo de islas para buscar los tesoros legendarios qué cuentan la historia de su mundo. El mundo se vuelve más peligroso entre más verdades descubren (cosa que va de acuerdo incluso al mismo jugador, cuando adquiere el control del personaje). Uno de los exploradores muere, el otro pierde los tesoros y el niño (quien será tu personaje diez años después) perderá un brazo y la memoria. El juego apuesta por los misterios comunes: no sólo estará en la cabeza del jugador la búsqueda de los grandes tesoros, pero también la resolución del padre y el mito del héroe. El cuento llama la atención pero es medio distraído en su ejecución.

TAG es un Metroidvania de una dificultad bastante alta. Como dije: el juego me entusiasmó en sus inicios pero su dificultad escaló bruscamente. El entusiasmo cambió a enfado y frustración cuando se volvió habitual que descubrir un nuevo objeto para abrir nuevas áreas en realidad era una molestia y una premonición de sufrimiento. No me pareció que TAG tuviera una curva aceptable de aprendizaje; aprende o muere, maldito perro de mar. En otras circunstancias no me molestaría, incluso daría la bienvenida y le entraría con valentía a las horas de frustración, pero TAG no logró convencerme del todo (a diferencia de Cave Story, el cual es una chingonería). Me molestaba que el tiempo de aprendizaje para el uso de nuevos objetos y habilidades fuera muy corto y que esto pareciera entorpecer el espíritu aventurero en vez de alimentarlo.

Otra cosa que no me gustó: el primer jefe es literalmente una piedra.

TAG es un juego de contrastes, una calidad que varía de acuerdo a lo que necesites del juego. Tiene potencial para llamar a la aventura pero también te rechaza y desprecia fácilmente. El mundo carismático y desfachatado, incluso misterioso que trata de construir y llama a cierta contemplación, al paseo de tierras lejanas, se ve rápidamente disminuido por un jefe que es una piedra (sin personalidad o historia, una piedrota con cara) o se pierde con la urgencia de buscar nuevas islas que te den un respiro para aprender de qué va el nuevo objeto que acabas de conseguir. Aún con esta falta de balance, esta indecisión qué persiste en cada isla, es muy fácil entender porque el juego tiene adeptos; pega donde más duele: la exploración es rica, los tesoros son abundantes y manejas a un héroe inocente, bonachón, y con un trasfondo trágico y necesitado de respuestas.

¿Lo recomiendo? Lamentablemente mi reseña son sólo las primeras horas del juego y lo abandoné muy pronto, así que no puedo hablar de la progresión o la narrativa como un todo. Es gratis, pero sólo lo recomiendo a gente que tenga alta tolerancia a la frustración, ame los juegos repetitivos de largos de exploración y tengan curiosidad por conocer el trabajo tiránico de una sola persona. Aunque yo no lo encontré aquí, creo que otras personas verán TAG como un refugio, un mundo sólo para ellos.