The maze is not a mind prison.

Found the old lady. She said this world doesn’t have archetypes. She said this maze is forsaken by gods. No Artemis, Christ, Asterion or Buddha. Even Satan turns around when he finds an entrance. But he stares. He stares.

I will climb the pink maze. The pink demon approves.

“What is your song, demon”, I ask as courageously as I can. The demon picks a booger out of his nose and farts. “My name is Pupu, and I’m the greatest of them all.”

Treat this like a game. Find a gun and shoot the mobs in the head. Kill and run, and whatever you do, don’t look back.

There is a crow in the maze. How couldn’t it be? It is a wise crow. It doesn’t speak, gambles or break dances. It’s a weirdo crow, or a glitched raven. It only stares at the sky obeying a darkness of its own.

El laberinto no es una prisión mental.

Encontré a la anciana. Dijo que este mundo no tiene arquetipos. Dijo que este laberinto fue abandonado por los dioses. No existe Diana, el Espíritu Santo, Ariadna u Odín. Incluso Belcebú le da la espalda cuando encuentra la entrada. Pero mira. Mira.

Treparé el laberinto rosa. El demonio rosa lo aprueba.

—Cuál es tu canción, demonio —pregunto tan valientemente como puedo. El demonio se saca un moco y se pedorrea. —Mi nombre es Pupu, ¡y soy el más grande de todos!

Trata esto como un juego. Encuentra un arma y dispara a los malos en la cabeza. Mata y corre, y hagas lo que hagas, no mires atrás.

Hay un cuervo en el laberinto. ¿Cómo no podría? Es un cuervo sabio. No habla, apuesta o baila break dance. Es un cuervo extraño, un cuervo glitcheado. Sólo mira al cielo obedeciendo a una oscuridad propia de si mismo.