Duración 45 segundos, 7.6 grados.

Estaba en la oficina, recién despertando de un día pesado en la escuela, afortunadamente el trabajo no teníamos nada importante y me acosté en uno de los sillones. Me perdí, me desperté por ahí de las ocho, bajé las escaleras y decidí ya no dormir más, porque sentía entumido todo el cuerpo.

El sillón es maravilloso, te hace dormir, te habla bonito como una musa, y ya que estás dormido, te maltrata y te retuerce el cuerpo.

Revisé una edición que tenía pendiente. Un VCD que le había prometido a Cheques desde antes de navidad y lo había estado retrasando. Ahí estaba Cheques sentado, esperando a que terminara de renderear.

“Está temblando Teté”, dijo Cheques, “No te vayas a espantar”.

Me sonreí, recordé que mi hermano se asustaba con los temblores y que dependía de mí para tranquilizarse. Curioso, inmediatamente me di cuenta que ya no había un niño más pequeño que dependiera de mi seguridad y me derrumbé por dentro. Sentí el temor controlado como no lo había sentido antes. Aún así… no perdí el control.

Bajamos las escaleras para salir y se fue la luz, temor controlado, temor controlado. Miré las aspas del ventilador en el techo y le advertí al cheques que tuviera cuidado… no se me hacía tan trillado que pudiera caer encima de mí, he soñado con mi muerte estos días, pero ese es tema para otro post.

Salimos y la gente normal estaba esperando a que terminara de temblar, pero no dejó de hacerlo… durante 45 segundos. Cuando Cheques y yo decidimos regresar a la oficina y el movimiento ya había cesado, los pensamientos seguían girando en torno a mi hermano y a mi abuela.

Se asustaban igual, por supuesto, la pasaban juntos todo el tiempo y se pegaron los mismos miedos, las mismas reacciones. Es en estos momentos, cuando no puedo creer que ella haya muerto y él se haya ido.

Y qué bueno que se fue… por que no se qué hubiera hecho, sabiendo que mi hermano estaría sólo en casa esos 45 segundos, sin nadie que pudiera enseñarle el camino de salida, controlando su miedo.

Días así dan ganas de llorar.