Ella tiene cascabeles en el brazo izquierdo. O eso, o exageró en el número de pulseras de plata. Esta fea. Lleva minifalda y no hace bien el casting. Se atreve, además, a hacer el casting en traje de baño.

La gente que hace casting, sea bonita o fea, no puede creer que sea fea. Los que saben que son bonitos y se la creen, puta, para bajarlos de su nube esta cabrón. La bronca no es esa, porque finalmente eso se arregla ignorándoles vilmente… el problema es cuando creen que su belleza vale más dinero que lo que la productora esta dispuesta a pagar. Algunos se pasan, subiéndole hasta un 50% al presupuesto original… lo cual es aceptable en el caso de las chicas que saldrían en bikini en el comercial (un close up de su nalga con un tatuaje falso), y si, el presupuesto es muy bajo… pero cuando son chavos, pues les tengo una noticia–: No son los únicos. Hay otros leves, que sólo suben mil o dos mil pesos más (Esos me caen bien, piden algo respetable y si tienen suerte, se salen con la suya).

¿Qué es Veirens?

Es un casting horrible y digo horrible, no por la cámara, no por la cantidad de gente o por el presupuesto bajo. Es un casting horrible porque se supone que es cómico. Llevo ciento veinte personas, todas haciendo la misma rutina–: Gritan como si estuvieran en el estadio, la tonadita de “¿Cómo no te voy a querer?”, con la letra un poco cambiada para servir al monstruo corporativo que se publicita en este comercial que pretenderá ser chistoso e irreverente. Para mi, el chiste se perdió hace cien personas. Las ridiculeces que hace la gente por dinero, comentó Johnny y es cierto. Si lo dudan, algún día verán un casting y comprobarán –entre divertidos y angustiados– que tan bajo podemos caer.

El calor y los gritos, hacen de esta sala de edición digna de alguna fotografía de tortura china, en blanco y negro, en algún departamento podrido de Paris.

¿Y el monín puoso? Bob esta en silencio, apuesto que esta disfrutando el calor, apuesto que no desea romper el recuerdo de su calurosa tierra natal con palabras necias, redundantes e imbéciles. Bob esta sonriendo, con los ojos cerrados y las espinas reposando. Bob esta en casa.

Y yo asándome en este pinche infierno.