En el post anterior, en los comentarios, Lagartija con Alas … pausa, que nota tan deprimente la de la jornada, ¿superiores genéticamente los bailarines? Puaft, ¡pavadas! Yo… no… bailo… y aún así… he demostrado… mi superioridad genética, ches mutantes, los que bailan, digo… protesto…
Como iba diciendo, Lagartija (AKA Ministry), mencionó un fragmento de Palinuro y finalmente lo encontramos en el blog de La Lectora, en la anotación del dos de diciembre, por si alguien le interesaba ya lo sabe. Y esto, en general, debí publicarlo en ramas… pero como mi proveedor hizo algo con los subdominios que comparten IP´s, ramas se convirtió, en algún momento del medio día de ayer, en un directorio de jóvenes cristianos gringos, y en otro momento, por ahí de la hora de la comida o en la noche, se volvió el album de fotos con unos tres niños y un recién nacido, rete harto sonrientes, en la portada. Así que no se asusten, ya metí queja y hoy, por ahí del medio día, ramas deberá estar al aire nuevamente.
(Veo a los niños en donde deberían estar mis ramas y me dan ganas de empalarlos [Que insulto tan curiosamente construido]). Podría preparar un fotomontaje con los niños sonrientes y les pondría un letrero digitalizado diciendo: ¡Empalación!, pero hay gente enferma que se excitaría con ello, por muy extraño que parezca, así que me reservaré el pequeño impulso, igual que me reservo el impulso de matar bailarines por la calle para preservar mi especie, la asimétrica, la arrítmica, la no bailarina.
Si no me equivoco, esto se estará publicando automáticamente a las diez de la mañana, a esa hora estaré yo rumbo al Distrito, porque no me encuentro en casa, me encuentro en la ciudad de los ángeles (wow), Puebla (ah). Se me ocurrió escribir esto hoy porque vi los globos en el cielo de Cholula. Había olvidado esa costumbre por completo, ¿y ustedes? Me tomó por sorpresa y sin aviso, me recordé a mi mismo, en la primaria junto a mis compañeros, escribiendo una segunda carta para los reyes magos diciendo: “Nada más traigan lo mismo que escribí hace rato”, que yo acostumbraba a escribir las cartas en mi casa, aunque debo admitir que mi mente infantil y codiciosa estaba contemplando la posibilidad de pedir algo más. Desde entonces, le pedía a mi madre y a mi abuela que quería escribir la carta y dejarla ir por un globo, nunca sospeché cuando me pedían que hiciera dos cartas en vez de una.
De niño te haces el idiota, y eso esta bien.
¿Quién recogerá esas cartas? ¿En qué azotea o patio caerán? ¿Los reyes magos conocerán a los duendecillos que recogen cartas? ¿Y si una cae a la turbina de un avión? ¿O si una de ellas vuela hasta llegar al espacio, y se congela? De Santa lo comprendería, porque Santa, bueno, tiene renos que vuelan, científicamente comprobado, la NASA los ha seguido durante todo el trayecto… y los reyes magos solamente tienen un caballo, un camello y un elefante, y pensar en su propulsión a chorros es muy infantil.
Y bien… siguiendo con las redes sociales en internet, últimamente me he vuelto un adicto a los tests de OkCupid. Aquí esta mi perfil, por si a alguien le interesa. He tenido suerte y una gringa me ha estado platicando últimamente, ya me mandó sus fotos “normales”, las cuales utilizaré para mis títulos aleatorios allá arriba. Y otra cosa que he descubierto es 43things. Ese lugar, en su momento, fue un boom en la blogósfera, solamente que no me había animado a registrarme… ya de por sí, son un chingo las supuestas redes sociales. El gusano que tiene esta, sin embargo, es que se trata de hacer una lista de cosas o de objetivos, de lo que quieres hacer en la vida. Puedes formar equipos para una tarea en especial, conocer cuanta gente desea hacer lo mismo que tú, o puedes tenerlo como algo individual. También puedes registrar una serie de lugares a los que has ido, o te gustaría ir, y también registrar a que gente conoces. Una monería.
Este es mi perfil de 43 things.