Hagamos el intento de escribir después de un día de escuela, después de comentar Proust y también, después de hacer arbolitos lingüísticos que nunca han sido mis preferidos. La lingüística no me fascina, no tanto como el proceso mental de pensar nuevas palabras sólo por los sonidos o imaginar que un día de estos, me sentaré y por puro ocio crearé un lenguaje artificial sólo por falta de un rompecabezas o un libro (y claro, para que eso sea efectivo… uno debe volverse loco por la materia). La lingüística para mí, son como clases de Español VIII. No la odio, pero trato de evitarla lo más posible. Habrá algunos que amen las flexiones, las derivaciones, las frases verbales y sus núcleos, estoy casi seguro que hay gente que tiene orgasmos tan sólo de pensar en construcciones endocéntricas y exocéntricas. Yo no. Prefiero mi método aleatorio de armar palabras, prefiero usar la clase de lingüística para pensar en otras cosas y rechazo así, sin querer queriendo, la enseñanza de mi propio lenguaje. Tal vez será por eso que nunca se me pueda reconocer como un escritor correcto o como un escritor de oraciones complejas y subordinadas. Y quien sabe si algún día se me reconozca como escritor. Tal vez dirán que siempre fui mediocre y después de sesenta años escribiendo este blog, algún riquillo nuevo se compadezca de mí y se invente un premio al blogger más constante.
Uhh… que emoción. Can’t hardly wait.
Me separé del tema. La generación blogger de letras inglesas. Estuve leyendo sus blogs durante algún tiempo, nada más para enterarme como era la vida universitaria una generación anterior a la mía. Me mantuve atento durante un año, más o menos. Hasta eso era una comunidad muy estrecha, pero entonces, influyó algo que se llama “diversidad de opiniones” y cada uno agarró su caminito. De “Beverly Hilss 90210″, la vida se transformó en “Lost”. Así como pasa en la vida con los grupos de cuates, así les pasó a estos chavos bloggers. Por eso mejor me mantengo aparte y procuro ser lo más discreto posible, no quisiera que mi vida académica se viera influenciada por los blogs de cuates que apenas estoy conociendo. Así como traté, en su tiempo, que mi vida laboral no se viera influenciada por los blogs de mis compañeros de trabajo. A los chavos de la escuela les habré comentado una o dos veces y estoy seguro que no tienen idea de quien soy. Eso me relaja un poco: Menos preguntas que responder. No me gustaría tener que explicarle a algunos de ellos –si llegara a preguntar–, porque me tomé una foto desnudo para Big Blogger.
Lo que me dio gusto es haber encontrado el blog de uno de mis profesores, pero por discreción y hasta que no le comente que ya lo ando leyendo, me guardo la liga. Para mí, ha sido un verdadero gusto encontrarlo y saber que puedo leerlo, o interactuar con él en otro ámbito. De alguna manera, como mi profesor, ha influenciado mucho en mi estilo y en mi formación. Y también porque sé que siempre tiene algo que decir.