Es bonito soñar porque le da esperanzas a uno de una novedad o de que las cosas mejoren. Muchos usan el blog como un depositario de sueños, de planes, de “tal vez lo haga” y gente viene, comenta y comparte el sueño, puede entonces identificarse contigo, ya sea por una amistad de años o porque el desconocido se miró reflejado en ti. Eso de los sueños, o los “quisiera” materiales / espirituales, sin embargo, es de lo más estúpido si solamente se plasma como una idea y nunca se trabaja para cumplirlo. Hay gente que se siente bien elaborando intrincadas teorías acerca de como cumplirán la meta y después de unos años, siguen en ese proceso de elaboración… es como hacer ficción donde el personaje principal es uno mismo: uno se piensa en lugares, uno se piensa en trabajos, uno se piensa en problemas y conflictos, uno se piensa como sale triunfal de ellos, uno se piensa muriendo con dignidad. Y se queda en eso–: Pensamiento que entretiene las horas de hastío en un trabajo y una auto satisfacción vacua. En México lo llamamos: Chaquetita mental. Siquiera usaran la fuerza creativa para plasmarlo en un libro, sin embargo, los bocetos en eso se quedan: Bocetos.

El boceto de como quiero mi vida, el boceto de como quiero hacer y deshacer, el boceto de como quiero morir, el boceto de lo que quiero para mis hijos. Y en esos bocetos, esos haikus escritos en servilletas, se dejan llevar por la corporativa de su preferencia, se gastan el dinero en idioteces, eligen gobernantes esperando que ellos cumplan los sueños propios y los amigos, los amantes, la familia se vuelven una relación fantasmagórica donde el único lazo de unión es un boceto copiado al infinito y nunca toman en sus manos los materiales con los que empiezan cada boceto: oraciones sencillas que pueden entrelazarse poco a poco para hacer una obra.

Se dice que el tiempo traerá todo a su lugar. Claro que sí. El tiempo te dará el fruto de lo que hayas trabajado y si no trabajaste lo que quisiste, el tiempo no tiene ninguna obligación contigo… (vaya que no). Y estaremos leyendo en miles de bitácoras, en los titulares de los periódicos, miraremos en la tele, el reflejo de individuos que siempre soñaron y nunca hicieron lo que quisieron. Que siempre nos deslumbraron con sus deseos, tan potentes, tan agresivos, con su urgencia creativa, con su fuerza, siempre nos deslumbraron y el tiempo les regresa el resultado de su alumbramiento tan intempestivo–: Un apagón y conviértete en olvido cabrón, a la verga. No odio a las personas que sueñan, odio a las personas que se quedan, que se conforman y que no exigen. Odio a las personas que no dan lo mejor de sí para morirse y odio también, a quienes dan las palmaditas en la espalda de los que no pueden cumplirse, cumplirlos, cumplir. Simplemente trabajar y cumplir. Cumplir lo que ladras, ser congruente, al menos honesto y dejar de soñar si no piensas morir en / de lo que sueñas.

El sueño es ladrar. El deseo es morder.