Esta tarde vi llover, vi gente correr… no, ya en serio, esta lloviendo bastante fuertecito. Y hace un momento estaba alegre por el solecito que me permitía continuar mi catálogo sin necesidad de prender la luz. Hace una media hora o más, La Maga se anotó para acompañarme en lo que continuaba ese pequeño experimento. Es agradable que una mujer lo acompañe a uno, aunque sea unas cuantas horas… será por el olor, o será por las piernas, o será por sus cabellos largos o sus ojitos pispiretos. Y bueno, aunque la compañía de La Maga es solamente virtual, se agradece, se aprecia y se precia como única.
Hace un rato comentaba con ella que uno de los momentos más importantes del día, sería cuando tuviera que lavar trastes. Ese momento ya pasó, y lo hice porque de veras me estaba quedando dormido. Junto con eso, decidí también poner agua para café. Espero que el café ayude a despertarme y a la digestión. Hace un momento, hace una hora más o menos, podía jurar que sentía como mi estómago estaba digiriendo cada hebra de pollo. Fue como revivir la tensión del Conteo Rápido de estas elecciones, pero con mi cuerpo.
Este conteo de horas me gusta (con los diez minutos antes de la hora), porque de cierta manera me recuerda mis recesos en la preparatoria. Entre clase y clase, siempre teníamos diez minutos de receso. Si a ello le sumamos la lluvia, el día gris, el que me pongo a trabajar después de los diez minutos, pareciera que todo se presta un poco a esa nostalgia. Si. Extraño mi preparatoria. Sigue lloviendo allá afuera, se escuchan algunos rayos, si pudiera, podría vivir en algún lugar donde constantemente esté lloviendo. No todos los días, no soy tan masoquista, pero si la mayoría de estos. ¿Qué llueva tres veces por semana? Tal vez, que clase de deseo más pendejo, pero es un deseo, de esos que se tienen sin razón alguna.
Escuchar como la lluvia golpea el pavimento, el jardín, las ventanas y el techo. Un ritmo casi armonioso. ¿O será más bien caótico? El efecto es casi hipnótico, es como ver el fuego de una vela, que se mueve de un lado a otro y cuando descubres has perdido una hora entera admirándolo. Agua y fuego, capaces de doblegar la razón de la mente humana. Patológico insiste en que debería rolar de la que fumo… y pues, la neta no fumo nada, sencillamente dejo que se embrolle un poco mi mente y trato de deshilacharla mientras escribo. Creo que es una de las cosas divertidas de escribir esto, finalmente.
Me viene a la mente la palabra parsimonioso… ¿existe? ¿significa algo?