Fest siente que hay una serie de cambios internos, algo inexplicables, porque no sabe su finalidad aún. Últimamente se ha encontrado buscando música nueva y pensando distinto de ciertas cosas. El cambio, sabe Fest, no es para mal. Quien no cambia puede considerarse muerto, dicen por ahí. Aunque no esta acostumbrado a cambios sutiles, por lo general son violentos, agresivos, requieren pensar y actuar rápido. Esta vez no es así. Piensa un poco y se dice que tal vez, después de un año de tranquilidad, el cambio se ha adaptado a una vida más estática y sedentaria. No hay tanta acción como antes y eso no le molesta, más bien, hasta puede agradecerlo.

Ha decidido que le gusta más Interpol que los Yeah Yeah Yeahs.