No se sabe otras, piensa, mientras se toma el café y quiere salir a fumarse el cigarro. Una de las cosas que le hubiera gustado, era no tener que contar las mismas historias, sin embargo, sabe que es imposible. En su memoria, lleva un registro personal de las historias que ya ha contado, de su pasado, de las que se inventó o de las que adornó, y le duele cuando una historia que ya salió de sus labios tiene que ver la luz de nuevo porque no le queda ninguna otra. Fest siente que está defragmentandose, que pronto será un ciclo eterno de repeticiones y que la única oportunidad para no sentir como ello le carcome, será relatar con una sonrisa o riéndose de su propia desgracia. Fest ya tiene un pasado, Fest ya conoce su pasado, Fest todavía tiene un presente y un futuro, pero es demasiado tarde ya, porque el tiempo que falta se construirá en base al primero, al único y verdadero… el pasado.

A Fest le gustaría pensar que el futuro es un boleto en blanco, que no marca ningún lugar, pero eso no lo sabe de cierto, no le ha sucedido ningún evento que le haga pensar así. (O tal vez si, pero hoy no se siente con la particularidad de desear el futuro).

No es que se sienta mal, triste o deprimido por ello tampoco. Sencillamente le ha faltado seriedad. No es que carezca de dirección o de planes tampoco, porque los tiene. No desea algo que le cimbre los cimientos. Tal vez esa es la cuestión, qué hoy se sentó y pensó en escribir, nada más. Sólo conoce historias viejas. No tiene deseo por escribir nuevas, inclusive considera divertido regresar al principio y escribir lo mismo que hace unos años. Puede permitirse el lujo del enfoque y la madurez. Cree que hasta que no pasen otros diez o cinco años, verá una diferencia en ello. ¿Sin pasiones? No cree que sea así, se sabe un hombre apasionado por hacer lo que le gusta, lo que le interesa y curiosamente, esa pasión se ha estado dirigiendo a otros ámbitos: al diseño, a la estructura, las redes sociales, el virtualismo. Siente que eso lo ha estado consumiendo demasiado y qué no ha podido sentarse a escribir como se debe. Fest carece de disciplina.

Fest escucha Placebo en los audífonos, de alguna manera el grupo le recuerda una etapa más cómoda de su vida.

También se ha sentido un poco disociado, siente que es él y no es él, es por eso que ha hecho sin problemas el experimento de escribir en tercera persona y el experimento de la simetría en el rostro. Cuando mira las fotos, resultado del experimento, se siente extraño, se siente artificial e inexistente. Cuando relee los textos, incluso inmediatamente después de escritos, siente que él no los esta escribiendo, sino otra persona que le esta controlando. ¿Así se siente un escritor hablando de sí mismo, cómo si fuera un relato o un cuento? ¿Tendrá noción de que cuando esta creándose como un personaje, puede caer en un vértigo y se le puede salir de control? Fest piensa que si escribiera haciendo cosas que no ha hecho, acabaría por sentirse como si las hubiera hecho de verdad.

Suspira un poco, se distrae en sus pensamientos y piensa que sería terriblemente problemático tener una amante. No solamente por el peso moral y el amor fiel, sencillamente no le gustan esas complicaciones.

Sabe que escribir en tercera persona le permitiría confesar cosas que no ha hecho, le permitiría inventar historias nuevas y le asustaría, al día siguiente, leer lo que supuestamente no ha hecho, o lo que hizo mientras estaba dormido. Así como el hambre transgrede el límite de la consciencia. Por eso debe separarse un poco de su persona, para ver con otro enfoque, para conocer mejor sus enfermedades y sus vicios. Asiente lentamente, hace una ligera mueca y se acaricia la frente. ¿Si?, se pregunta un poco dudoso, ¿Si no funciona qué?, mira el reloj un poco angustiado, se acaricia el rostro con ambas manos.

Siente miedo de seguir escribiendo así. Piensa que es extraño y enfermo.