Abrir el email significa ocupar una ventana más. Hay gente que adora mandarme e-mails por hotmail. Eso significa otra ventana. El chat ya es distracción suficiente. Otro proyecto de bajo presupuesto y quieren un aspiracional por seis mil pesos. Ya sacamos una lista de personas, presentamos fotos y nos regresaron una selección. Tenemos más selecciones en esta chamba que la nacional. Mal chiste. No tiene caso pelear por su presupuesto tan bajo. Finalmente presentaremos fotos y fotos y fotos. Eventualmente de sesenta personas, tres aceptarán. Ni modo monín, para eso te alcanza.
Una mujer me acorraló el día de hoy. De esas veces que pasan los años. “Por ahí me dijeron que yo te gustaba”. ¿De verdad? “Pues sí, pero ya tenías novia cuando yo me quedé sin novio”. Qué cosas. Andamos platicando de lo que no fue. Realmente dudaba que sucediera algo con ella. Las cosas quedarán en meras charlas. Ni modo. “Cuando escuché, pensé: ¡Chin! ¿Por qué nunca se me aventó?”. Bueno porque como el señor Christian, si no me ponen las nalgas enfrente no hago nada. No me tomo las molestias.
Aunque Christian y yo tenemos nuestras esenciales diferencias: él es delgado, tiene un sentido de la moda, es muy rápido en la charla, se presenta muy limpio, es más ocurrente y ni modo, más guapo. Es natural que se las den más seguido. A mí cositas como esas todavía me sorprenden. Además ya estoy comprometido. Pensar en esas situaciones que no se dieron sólo son un alimento superficial para el ego. Todos necesitamos esos pensamientos. Nos engrandecen. Nos hacen sentir parte de una historia de ficción que no ha ocurrido y no ocurrió. Pueden ser el motor para un gran cuento.
De 80 personas, sólo siete de ellos aceptaron el presupuesto. Uno de ellos pide más dinero. Si se lo dan, trabaja encantado. El día se ha ido rápido. Hablé con mi mamá hace unos minutos. Pasará el resto de la semana con nosotros. Le dije que la quería.
Ahhh, mi mujer. Se adelantó: “Las onditas”, me dice, por eso te duele la espalda. Se nota que es diciembre. Poca gente en las calles. Incluso vamos a echar un volado para que una de las recepcionistas se vaya a su casa. Con mi mujer admito mi necedad. Soy el mejor de la relación. Muajajá.
Mañana, “I wanna fuck you like an animal”.