Estamos, como de costumbre, hablando de prostitutas en la oficina. Alguna vez un taxista nos dijo, mientras veíamos a las de la merced-. Esas están rebuenotas y limpiecitas joven.
Curiosamente, la mayoría de las veces que voy a la CAPU, paso por la merced y tengo el gusto de ver a las señoritas, señoras, y señoronas, que conforman el sindicato de las brujas cósmicas certificadas 100% naturales y libres de VIH. Cuando eso pasa, el taxista (invariablemente) suele expresar un breve comentario hablando de la juventud y las carnes morenas de oferta. Yo sólo asiento brevemente, y si estoy de humor, me río con el conductor.
Muy diferente a las nenes de viaducto. Las brujas cósmicas que más bien son brujipus. A esas las veo casi todas las noches, cuando mi compañero me lleva a casa. -Tienen unas piernotas -suelo decir-. ¿Cuántas mujeres no envidiarán sus secretos contra la celulitis y los brazos marcados?
Igual se dedicarán al ejercicio de una manera monstruosa por tanto loquito que hay en las calles. Juan (Rosa), querrá darle su buena putiza al cliente si rompe acuerdos verbales. Fabiruchis no salió del vientre con los moretones, no señor.
Me siento cansado.
Hoy tuve una junta y me felicitaron por el casting como diez mil doscientas veces. Pienso que el éxito fue un conjunto de cosas: desde qué otros castings de alto presupuesto se abrieron al mismo tiempo hasta que la rutina en verdad era divertida. Sin embargo, hoy mientras veía los videos, odié mi voz y odié mi actuación detrás de cámara. De tanto que se repetía empecé a despreciarme.
Las putas se habrán de despreciar por coger todos los días. Yo creo que sí.
Independientemente de si la acción es coger, o dirigir un casting, o barrer una calle, o tomar café religiosamente a las dos de la tarde, uno se desprecia cuando se encuentra encerrado en un ciclo de repeticiones. Desprecio y repudio. Uno aprende a ignorar consciencia de esos detalles. Si fueras consciente todo el tiempo no podrías tener una vida normal. Explotarías como uno de esos loquitos que vemos en las películas.
Caminé, saliendo de la junta, por las pequeñas calles de Bosques de las Lomas. Paseé. Estrené mi cámara y tomé algunas fotos de rutina. Tomaré más mañana. Compré una cámara samsung L100. Altamente recomendable: ligera, contraste automático, corrige el movimiento, etcétera. A cada fotografía me enamoro de la cámara.
Nunca he visto prostitutas en Puebla.
Le voy a comentar a mi mujer, a ver si me saca a pasear. Quiero ver.