En estos días, estuve leyendo un manga japones que se llama JoJo. Si me preguntan de qué trata, pues… es difícil de explicar, empieza como una historia de horror gótico, luego se convierte en una de artes marciales, y luego adquiere un tono de super heroísmo muy peculiar. La historia incluye vampiros, nazis, aztecas, zombies, fantasmas, desfiguramientos y clásicos del horror japonés, así como leyendas urbanas hechas realidad. El nombre completo del comic es: “La historia bizarra de JoJo” y pueden leer las primeros cinco partes en el sitio de Onemanga.

La historia tiene bastante suspenso en sí y una vez que comienzas a leer una parte, tienes que llegar al final. Excepto el primero que bueno, siempre es el ajuste, la creación, el primer universo. Lo curioso es como el autor transforma una historia aparentemente sencilla en una saga épica. Los personajes de partes anteriores, pueden aparecer posteriormente en otra parte varios años después sin aviso alguno. Igual, estos personajes cambian, se transforman, algunos que eran buenos se vuelven malos, los productos de maldad llegan a un estado de pureza. Muy interesante como maneja estos personajes y los contrastes obligados por el tiempo.

Los nombres de los personajes suelen estar basados en música: nombres de canciones, nombres de grupos y así, lo cual es curioso. Igual me gusta usar la música como una base o como un título. Como un inicio. ¿La música es base de creación? ¿Un pequeño explotador? Puede ser.

Esta mañana hice la prueba que otros escritores han hecho, puse mi lista de reproducción de los Beatles y empecé a escribir una novela que tengo en la cabeza desde hace mucho tiempo. No es una gran novela, no tengo planeado nada con ella y la base con la que decidí escribirla es: Voy a escribir, a ver qué tanto puedo escribir. Empecé con 15 páginas y el primer capítulo ya hecho. Puse de meta unas 50,000 palabras aunque no es necesario, ni fijo. Es una novela erótica y escrita bajo un seudónimo, bajo el cual he estado escribiendo desde hace tiempo en otro blog. Lo cual me recordó mucho al método que utilicé para escribir en Simón Dor.

Será que me transformo en el personaje y eso lo hace más sencillo. Tal vez debería usar este método para escribir todo lo demás.

Sin embargo, eso es cantar victoria muy pronto, así que seguiré escribiendo esta novela durante un par de horas al día y después la venderé en Lulú si me gusta el producto final. Ya tenía tiempo deseando escribir algo cochino y supongo que este es el momento perfecto. Aunque no tengo mi mac para trabajar en estos días (dónde tengo mi programita para escribir novelas bastante mamón donde ya estaba a punto de terminar la organización y la síntesis del “Poder Gris”), en PC me bajé este programa para escribir: q10. El de mac (Avenir) también tiene un modo de pantalla completa bastante chingón, sin embargo… q10 es sólo puro texto y no hay escapatoria. Se trata de escribir, llenar la pantalla, seguir escribiendo un poco más y todo eso.

Mi blog y yo nos extrañábamos. Nada mal. Lo siento amigo blog.