Un grupo de escritores: Alberto Chimal, Ruy Feben, Renato Guillén, Isaí Moreno y Antulio Sánchez, iniciaron un ciclo de literatura breve a 140 caracteres. El hashtag ofrece una rápida mirada a los resultados del ciclo. Pueden leer más información en el blog de vivir mexico: Llega la twitteratura: inicia el ciclo “140 caracteres” y Más allá del #140cc: entrevista con Alberto Chimal y Ruy Feben. En el cuaderno literario de Alberto Chimal pueden leer la invitación al ciclo. Todavía habrá más reuniones de este evento.

Twitter y la microficción, ese género que se ha popularizado cada vez más y que sigue en crecimiento. ¿Por qué? Básicamente… entre más pequeña la historia, un lector tiene más posibilidades de completarla o de apropiarla para entender su propia experiencia. Cuando un lector se identifica con una historia esta adquiere efectividad y se crea un lazo íntimo entre el escritor y el lector, aún cuando son dos desconocidos. Por otra parte, si el ejercicio retó la imaginación del lector, probablemente querrá saber más y deseará encontrar una resolución en la historia.

Limitar es facilitar la creación. Un límite tan sencillo como una cantidad de caracteres obliga a que la creación sea más prolífica y mejor cuidada. Prolífico es, por supuesto, aceptar irremediablemente que no todo funciona. Alberto Chimal lo menciona en la entrevista: Esta creación breve son semillas que pueden germinar en otra cosa. No necesariamente en cuento breve sino que pueden ser el inicio de una novela, un ensayo, un cuento mucho más grande (hablando en términos de cantidad), etcétera. Lo mismo… hay semillas que no germinan o que se olvidan. No es lo mismo que un blog, un cuaderno o un procesador de textos, donde tienes la hoja en blanco enfrente y tienes que explorar el límite de tu creatividad. Twitter ofrece, a través de su línea de tiempo y las personas que sigues, un caudal constante de “inspiración”.

Las historias breves trabajan muy de cerca con el lector y dependen de que el lector llene los puntos. Aún cuando un cuento como El dinosaurio de Monterroso ya está completo, el lector se hace un caudal de preguntas y ahí radica la efectividad de este cuento. “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”. ¿Dónde estaba el personaje? ¿Lo estaba persiguiendo un dinosaurio? ¿Nuestro personaje es un viajero del tiempo o un hombre anacrónico? ¿El dinosaurio viajó al futuro? ¿El dormido era, siquiera, humano?

La brevedad del cuento provoca preguntas en el lector y la resolución interna de estas preguntas son las que disparan la imaginación. Twitter sirve a este tipo de creación de manera óptima, porque el escritor o el “tuitero” se ata a una cantidad de caracteres para que su historia sea comprensible. No sólo eso, la inmediatez de su transmisión al grupo de seguidores, dictaminan rápidamente que tan efectiva es la historia. Hay una retroalimentación inmediata, tomando en cuenta que tus seguidores se ven como lectores y te ven a ti como un creador de historias. La historia muta o permanece viva a través del retuit o del marcado en favoritos. Twitter es la creación constante de una biblioteca de momentos.

Los 140 caracteres no sólo ofrecen la posibilidad de crear cuentos. Hay muchos géneros o disciplinas que germinan a través de este medio: Los palíndromos (el más fácil: Anita lava la tina. Se lee lo mismo al derecho y al revés), un haikú, un pequeño poema. Twitter es un medio que se presta a toda clase de ejercicios literarios. Sin embargo, lo que es más fascinante y probablemente lo que tenga más atractivo, es la creación de un personaje. Hay escritores que practican la idea de crear un personaje y desarrollan, a través de eso, tuits para sus seguidores. El escritor pone y luego se ata a las reglas de lo que habla su personaje. Sus seguidores generalmente serán lectores que encuentran un valor en lo que este personaje nos relate a través del tiempo o que disfrutan con sus historias, como si fueran novelas de folletín.

El medio es atractivo y sencillo, pero como todo, exige constancia. Un buen escritor es un buen lector. El escritor encontrará las herramientas para escribir en lo que ha leído y encontrará mejor lo que funciona. Como siempre… es la invitación a las preguntas y la curiosidad, descubrir los mecanismos, lo que mejorará a través del tiempo su discurso. Descubrir mecanismos a través de historias breves es un paso y una invitación a la lectura. Una entrada fácil, y no por ello menos preciada, a los caminos imaginativos.