Se acabó lo de “Top Gear” y empieza lo de “Juay the rito”. Mientras que el primer evento expresaba indignación por un trío de imbéciles, otro se mofa de un mexicano tratando de mantener una entrevista en inglés con Anthony Hopkins. No es necesario ponerles el video, todos los blogs y todos los medios han hablado de esto. Por ejemplo: Isopixel, alt1040 y milenio. El menos divertido e informativo es el de milenio. Ni lo lean, mejor se los resumo. Primer párrafo: Juay the rito, evento mediático de redes sociales… siguientes párrafos: bla bla, redes sociales, bla bla, no las uso, bla bla. Trata de un hombre y su guerra personal, su falta de preferencia, para las redes sociales y que este evento: “Juay The Rito”, es sólo un ejemplo de lo superficiales que le parecen. Sin embargo, milenio también le prestó atención al evento y es de las primeras ligas que aparecen en google. Por si gustan.
Me dio mucha pena ver el video y pensé lo que muchos pensaron–. ¿Cómo es posible que alguien con la preparación, el curriculum, el mundo que ha viajado (ya sea por su profesión o por su gusto), como Joaquín López-Dóriga hable tan mal inglés? Unos piensan que es inaceptable. Otros piensan que es absurdo, un ridículo que provoca la risa de la desgracia ajena e incómoda. Luego viene la clásica discusión de que Televisa es Televisa y era de esperarse.
Vi el video una segunda vez y no pude pasar del minuto dos. Me siguió dando pena. Me provoca ansiedad que el hombre hable tan mal, como si no estuviera preparado. Ya hablando en términos más humanos, la verdad es que Joaquín hizo lo que pudo en el momento, la solución que mejor se le ocurrió. Tal vez no cambió el switch. Cuando uno habla otro idioma (asumiendo que sí lo habla o lo conoce), tiene que estar preparado para cambiar el switch. Juay The Rito es un resultado de sus clásicas entrevistas, sus preguntas reconocidas por el público: ¿POR QUÉ EL RITO? Uno puede escuchar la voz de López-Dóriga en la pregunta cual si se escuchara la voz de Morgan Freeman, de Michael Caine o del mismo Anthony Hopkins. El personaje entrevistador de López-Dóriga se vale de preguntas breves, que pretenden caer como un ladrillo en la cabeza y siempre hace una pausa. Eso puede funcionarle en español, ¿pero en inglés? No sin una práctica rigurosa. WHY DO YOU ACCEPT ONE FILM? (Español hablado en inglés) es ¿POR QUÉ ESTE FILME? Otra vez esa pregunta breve, sin verbo, ni siquiera una construcción completa. Pero así es López-Dóriga, así lo reconoce la gente. Quiso valerse de un personaje entrevistador cuando las cosas le salieron mal.
Bajo presión fue lo primero que pensó Joaquín, supongo. El personaje que ya domina, un personaje fuerte, que de alguna manera puede dominar a sus entrevistados hispano-parlantes, que se hace escuchar en sus otros programas como Tercer Grado o en algún otro evento. Anthony Hopkins también hizo lo mejor que se puede hacer: Se encogió de hombros y admitió que no escuchaba nada, que no entendía. A Joaquín (mi compadre, claro) no le costaba nada parar el programa en ese momento, pedir comerciales en lo que arreglaban los problemas de enlace entre el intérprete y él. De perdida pedirle a alguien de producción que escribiera las preguntas e imprimírselas a Anthony Hopkins. Pudo ser el momento de un joven ambicioso que diera un paso al frente y dijera: Yo puedo traducir tus preguntas Joaquín, permíteme aparecer en pantalla. Había muchas soluciones pero ganó el personaje y no hubo ningún valiente. Habría que vivir un día en Noticieros Televisa para descubrir por qué nadie más alzó la mano. El personaje de Joaquín, que al final, aún cuando es vergonzoso y absurdo, tuvo la valentía de buscar una solución y no parar el programa. Quiso hacerse entender, sin que se lo comiera la vergüenza frente a millones de mexicanos, para seguir la entrevista y mantener la dignidad de su programa.
Un día en noticieros televisa, eso también llama la atención. ¿Por qué producción no solucionó el problema? ¿Quién provocó este momento tan vergonzoso de Joaquín López-Dóriga? ¿Quién permitió que esto sucediera? Da para pensarlo. Puede haber muchos motivos: desde la ineptitud de un productor, una productora, el intérprete no quiso traducir porque le pagaron mal, o Joaquín le cae mal (se puede escuchar la risa del intérprete), hasta que alguien allá arriba diera la orden, con una sonrisa medio chueca, de que Joaquín necesitaba un momento de humildad. Eso es lo verdaderamente interesante de este problema. Juay the rito? Bueno, sí, divertido… ¿por qué sucedió esto? Más divertido aún. ¿A quién corrieron por su ineptitud? ¿Quién no volverá a trabajar en grupo Televisa? ¿Por qué Joaquín necesitaba una lección de humildad? ¿Quién lo mandó? Tantas preguntas que ofrecen el camino para un cuento, una historia, incluso una novela, un poema. Hay historias en todas partes, sólo hay que saber rascarle y hacerse las preguntas. Jamás dejes de preguntar, aún cuando se escuche así de feo.
También queda la posibilidad de que Anthony Hopkins decidiera jugarle una broma. Los actores… esos personajes tan loquitos…